Jovi Herrera, Jorge Luis Huamán y un menor de edad figuran como desaparecidos del incendio que viene desarrollándose en Las Malvinas desde el mediodía del jueves. Aunque las esperanzas permanecen para los bomberos, las probabilidades de encontrarlos con vida cada vez son más escasas, por no decir, imposibles.
Los tres jóvenes se dedicaban a lijar, armar cajitas e inclusive falsificar productos como bombillas y fluorescentes, según contó uno de los familiares de los desaparecidos a Perú21
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Ellos protagonizaron imágenes estremecedoras este jueves cuando se les vio extendiendo sus brazos haciendo señas desde un contenedor ubicado en lo alto de la galería mientras el fuego los encerraba. Lo peor se conocería después: estaban encerrados, así laboraban a diario.
Jorge Luis Huamán, antes de quedar incomunicado, envió el jueves un video a su madre para mostrarle cómo era imposible escapar de ese contenedor. Ella, sumida en el llanto, contó que no conocía que su hijo laboraba e esas condiciones.
Sin duda las condiciones laborales eran inhumanas.
No podían ni ir al baño
“Nos encerraban todo el día y prácticamente solo para almorzar nos abrían la puerta. Entrábamos a las 7:00 am. y quedábamos encerrados hasta las 12:00 m., cuando salían a comprar comida y luego nos quedábamos dentro hasta las 6:30 pm. cuando ya se iba la luz”, contó Luis Casapía, compañero de los desaparecidos y quien también trabajaba bajo las mismas condiciones.
Junto a Casapía, otros tres menores, contaron a Latina que su labor dentro de los contenedores consistía en “cambiar de marca a los fluorescentes importados”.
“Yo solamente era el que quitaba la marca con lija y ellos ya le ponían otra marca nueva”, relató uno de los menores.
“No había espacio ni para orinar, lo teníamos que hacer en botellas”, contó otro compañero.
Según explicó el informe de Latina, el pago que recibía cada trabajador era S/2 por cada caja de 25 fluorescentes embalados que luego eran vendidos en la galería Nicolini. Esto les daba cerca de S/20 al día.
Los menores trabajadores identificaron a las personas que les pagaban y los dejaban encerrados como ‘Julio’, ‘Vilma’ y ‘Jhony’.
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