A menos de 24 horas del partido inaugural de la Copa del Mundo, entre Brasil y Croacia, las obras en el estadio Corinthians Arena no están concluidas y se han tenido que cubrir con toldos las estructuras metálicas que sostienen los asientos.
Los caminos que conducen al estadio son de tierra y con las lluvias se han formado fango, que es lo encontrarán los aficionados que acudan a la jornada inaugural del Mundial.
La prensa pudo corroborar durante una inspección que aún hay varios trabajadores en andamios que luchan contra el tiempo para que el estadio quede en óptimas condiciones.
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.