Acto sexual

Los escándalos que acumuló el personal de la Policía Municipal de la comuna provincial de Arequipa, obligaron al alcalde, Alfredo Zegarra Tejada, a tomar decisiones drásticas.

Lo normal es seguir adelante e ignorar el timbrado. Sin embargo, hay hombres que pueden contestar el teléfono mientras están en pleno acto amoroso. Este grupo representa el 30% de varones, según una encuesta realizada por la empresa Vodafone en el Reino Unido. ¿Qué nos revela esta particularidad? Pues que hay hombres que no quieren perderse de nada, aunque estén ocupados.

Lo normal es seguir adelante e ignorar el timbrado. Sin embargo, hay hombres que pueden contestar el teléfono mientras están en pleno acto amoroso. Este grupo representa el 30% de varones, según una encuesta realizada por la empresa Vodafone en el Reino Unido. ¿Qué nos revela esta particularidad? Pues que hay hombres que no quieren perderse de nada, aunque estén ocupados.

Uno: desconéctese de los ‘gadgets’. Si bien la tecnología permite estar enchufado al mundo y sentirse un ciudadano global, a la hora del sexo con el ser amado resulta apropiado apagar todo. Nada más molesto que una llamada en pleno acto amoroso. Apague el celular, la computadora, el televisor. Dos: escoja bien la música. Mientras alguien puede excitarse con la música de Miguel Bosé, a otra persona le puede parecer matapasiones. Les pasa a muchas parejas. Por ello, antes de poner canciones ‘sensualonas’ para crear un ambiente erótico, investigue un poco los gustos musicales de su pareja. Tres: cuidado con la comida. Es común que las cenas románticas sean el preámbulo habitual para el acto sexual. Una salida nocturna a un restaurante no siempre es un paso previo ideal para tener sexo en las mejores condiciones. Vivimos un boom gastronómico en el país, cierto, pero es mejor comer ligero para evitar problemas gástricos que, sin duda alguna, mermarán el rendimiento sobre la cama. Están advertidos.

Una mujer en Suecia podría pasar dos años en prisión por mantener relaciones sexuales con un esqueleto humano y “perturbar la paz de los muertos”, informó la fiscal del caso.

Es una pregunta que se hacen muchos hombres. A pesar de que muchos alardean de sus grandes habilidades amatorias, lo cierto es que la mayoría eyacula en pocos minutos. La sexóloga estadounidense Debbie Herbenick –según un artículo publicado en el portal Men’s Health– considera que existen tres maneras para que el hombre retrase la llegada de la eyaculación. La primera es el método conocido como ‘parar y empezar’. Consiste en lo siguiente: cuando el varón sienta que la eyaculación está próxima, debe detenerse y esperar hasta que bajen las revoluciones ahí abajo. Luego podrá continuar. Otra técnica consiste en apretar con firmeza debajo de la cabeza del pene cuando sienta que se acerca el orgasmo, antes del momento conocido como ‘punto de no retorno’. Proseguir cuando todo se enfríe. Estos dos métodos, por cierto, requieren que el caballero sepa controlar su deseo de terminar (algo difícil, pero posible). Finalmente, Herbenick aconseja el uso de condones con retardante. Para tomar nota.

Rodrigo Rondón,Opina.21 familia@peru21.com

Durante el sexo interpretamos papeles que sacan lo más instintivo de uno. Entonces, como el guión está escrito por las circunstancias, en pleno acto y a punta de fricciones, las cosas no siempre salen como uno espera. A veces salen mejor, otras peor, pero lo raro, más bien, es que todo sea perfecto. Le presentamos tres historias con las que, tal vez, podría identificarse.

Durante el sexo interpretamos papeles que sacan lo más instintivo de uno. Entonces, como el guión está escrito por las circunstancias, en pleno acto y a punta de fricciones, las cosas no siempre salen como uno espera. A veces salen mejor, otras peor, pero lo raro, más bien, es que todo sea perfecto. Le presentamos tres historias con las que, tal vez, podría identificarse.

El sexo es ejercicio demandante. Es decir, hay que prepararse si uno quiere rendir más de dos o tres minutos miserables y satisfacer plenamente a la pareja. En tal sentido, el director médico y científico de Bodytech, Felipe Daza, recomienda trabajar los músculos de la zona pélvica pues tienen una influencia clave a la hora del sexo. Los ejercicios de Kegel, por ejemplo, consisten en contraer los músculos de la vejiga y el recto por unos cinco segundos. Hágalo cuando esté semisentado o echado en el piso. Repita 10 series de 10 contracciones cada una, con intervalos de descanso de un minuto. Otra variante: mientras orina, detenga el chorro las veces que pueda. Asimismo, otra rutina consiste en acostarse boca arriba sobre una colchoneta, doblar las rodillas 90 grados y mantener los pies en el suelo (en línea recta con los hombros). Levante la cadera y contraiga los músculos abdominales y de los glúteos. Realice tres series de 10 repeticiones cada una. Haga la prueba y sienta el cambio.

No es un mito: hay hombres que rinden ‘tres al hilo’. Afortunadas, entonces, aquellas mujeres que tienen un tigre en el cuadrilátero del amor, un Jonathan Maicelo del catre. Fisiológicamente, es posible lograr tal hazaña sexual, pero poco frecuente. Lo que sí resulta habitual es subir al ring de las cuatro perillas y tirar la toalla al fin del primer round. Eso nos pasa a muchos hombres. Y mejor no contamos cuánto tiempo duramos, si derribamos al adversario o si caemos por K.O. La verdad es que, después de la primera descarga, se acabó la velada. A cerrar el coliseo. ¿Y la mujer? Bien, gracias.