Camarada Gabriel

A diferencia del pobre desempeño en el área de seguridad ciudadana, que le valió un bajón en su popularidad, este Gobierno puede mostrar dos acciones positivas en la lucha antiterrorista durante el año que terminó. El 12 de febrero, en la zona de La Pólvora, en San Martín, comandos especiales capturaron a Florindo Eleuterio Flores Hala, (a) ‘Artemio’, el último miembro del Comité Central de Sendero Luminoso. En junio, este terrorista fue condenado a cadena perpetua.

Fuerzas combinadas de la Policía y de las Fuerzas Armadas capturaron en Huanta (Ayacucho) a Jennifer Riveros Alarcón, pareja del mando senderista Martín Quispe Palomino, ‘camarada Gabriel’, quien en agosto cayó abatido por las fuerzas del orden. Riveros integraba el Comité de Apoyo a Sendero en Huanta y el Comité Regional del VRAEM, y se encargaba del reclutamiento de jóvenes universitarios.

Con acciones de Inteligencia, las fuerzas combinadas de militares y policías se encuentran tras los pasos de los cabecillas senderistas ‘José’ y ‘Raúl’ (los hermanos Víctor y Jorge Quispe Palomino), quienes operan en el Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM), confirmó ayer el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas (CCFFAA), José Cueto Aservi.

Ante la reciente caída de los líderes subversivos ‘Alipio’ y ‘Gabriel’, el exjefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, almirante ( r ) Jorge Montoya, manifestó la necesidad de informar y difundir los beneficios de la colaboración eficaz y el arrepentimiento para así desarticular al terrorismo en el VRAEM.

Los integrantes de la Comisión de Defensa Nacional del Parlamento Daniel Mora (PP) y Carlos Tubino (FP) le exigieron al Gobierno que rescate a los niños conocidos como ‘pioneritos’ de las garras del grupo terrorista Sendero Luminoso (SL) en el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM).

‘Alipio’ no era el único sanguinario de Sendero en el VRAEM. Víctor Quispe Palomino, ‘José’ –mando político del clan– demostró su crueldad ordenando el asesinato de su hijo dos veces. Durante su testimonio –protegido ahora por la Ley de Arrepentimiento– el joven de 24 años indicó que la primera vez que lo quisieron matar fue a los 16 años, cuando quiso escaparse con sus amigos. La segunda vez sucedió en 2003, cuando incursionaron en la empresa Techint y desacató la orden de asesinar policías. “Me hice el loco y le dije a los demás que no disparen. Mi padre me dijo que yo no tenía odio de clase”, dice en un audio difundido por WillaxTV. Añadió que ‘José’ había asesinado a su madre cuando él era un bebé y que también fue testigo de su política de “mano de hacha” para aquellos terroristas que estaban enfermos. Incluso lo acusó de tener un doble discurso, pues mientras los “combatientes” pasaban una vida miserable, su padre la pasaba bien gracias a los cupos. “Tiene residencias, un grifo, fábrica de ladrillos y hoteles en Ica”, señaló. En su testimonio confirmó que uno de los contactos de su padre con los cocaleros era la ex congresista Nancy Obregón.

Alejandro Borda Casafranca, alias ‘camarada Alipio’ –extinto mando militar del clan Quispe Palomino– siempre fue el artífice de los sangrientos atentados contra las fuerzas de orden, contra las empresas privadas que se negaban a pagar cupos y contra los pobladores a los que consideraba “traidores a la causa”. Sin embargo, su ensañamiento también fue contra los niños llamados ‘pioneritos’, señalaron fuentes de la Dirección contra el Terrorismo (Dircote).

El Instituto de Medicina Legal del Ministerio Público confirmó, científicamente, la identidad del narcosenderista Alejandro Borda Casafranca, camarada ‘Alipio’, abatido el domingo pasado por un comando en la zona del VRAEM.

LINA GODOY lgodoy@peru21.com

Dos cadáveres fueron encontrados en una fosa por una patrulla mixta de las Fuerzas Armadas (FF.AA.) y de la Policía Nacional (PNP) que realizaba un operativo en la localidad de Chancaveni (Vilcabamba), en la provincia cusqueña de La Convención.

El Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas (CCFFAA) informó del hallazgo de dos cadáveres enterrados en una fosa durante un patrullaje realizado en la zona de Vilcabamba, en la provincia de La Convención (Cusco).

El especialista en temas de narcotráfico, Jaime Antezana, informó esta noche que el senderista Martín Quispe Palomino, alias camarada ‘Gabriel’, fue visto el 15 de diciembre pasado en la discoteca Palizada, en el distrito de Sepahua, provincia de Atalaya (Ucayali), pero la Policía no lo detuvo.

El sector Cielo Punku, ubicado entre los centros poblados cusqueños de Kepashiato y Kimbiri, es una zona de permanente traslado de droga y en donde la presencia de la Policía Antinarcóticos ha generado la reacción de los narcosenderistas encabezados por Martín Quispe Palomino, camarada ‘Gabriel’; Alejandro Borda Casafranca, ‘Alipio’, y un tercer cabecilla de apellido Antonio.

Una semana después de sabotear y destruir tres helicópteros en el aeródromo de Kiteni, en Cusco, cerca de 30 narcosenderistas de los hermanos Quispe Palomino, comandados por Martín Quispe Palomino, camarada ‘Gabriel’, volvieron a atacar cerca de ese lugar asesinando a dos agentes de la Dirección Nacional Antidrogas (Dinandro) e hiriendo a otros dos.

Enrique Castillo,Opina.21 ecastillo@peru21.com

Una columna terrorista de unos 30 hombres, encabezada por Martín Quispe Palomino, camarada ‘Gabriel’, incursionó ayer en el aeródromo de Kiteni, en el distrito cusqueño de Echarate, donde destruyó tres helicópteros comerciales y los ambientes del personal de la empresa Transportadora de Gas del Perú (TgP).

Fritz Du Bois,La opinión del director Considerando la manera como ha logrado acaparar la atención de los medios, haciendo que sean dejados de lado temas realmente serios, como la creciente inseguridad que siente el ciudadano, uno pensaría que el debate sobre el indulto de Fujimori fue planteado por Sendero.

Tras la difusión de las declaraciones del terrorista Martín Quispe Palomino, ‘Gabriel’, en las que confiesa que sus huestes asesinaron a policías y perpetraron el secuestro en Kepashiato, el congresista de Gana Perú Javier Diez Canseco calificó de “ridículo y vergonzoso” que la prensa ubique a los narcoterroristas y no las fuerzas del orden.