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El Francotirador

El ex marine estadounidense Eddie Routh fue condenado hoy a cadena perpetua por los asesinatos en febrero de 2013 de Chris Kyle, el francotirador que inspiró la taquillera película American Sniper de Clint Eastwood, y su amigo Chad Littlefield.

Coincidiendo con el triunfo de la cinta El Francotirador en la taquilla, el hombre acusado de matar a Chris Kyle, el ex miembro de las fuerzas especiales que inspiró la película protagonizada por Bradley Cooper, será procesado a partir del miércoles en Texas.

La película nominada al Oscar El Francotirador (American Sniper) ha generado controversia y algunas burlas en redes sociales por el uso de un muñeco como si fuera un bebé en algunas de las escenas de la cinta, que sorprendió el fin de semana con una recaudación sin precedentes de US$105,3 millones en Estados Unidos y Canadá.

Nos habían adelantado un par de cosas sobre esta película: 1) Se trataba del mejor trabajo de Clint Eastwood como director desde Gran Torino y El sustituto, ambas filmadas en 2008. 2) Se parecía mucho a Zona de miedo (2008), tanto en el argumento como en la puesta en escena, como si Clint Eastwood hubiera estudiado plano por plano el filme de Kathryn Bigelow.

Stephanie Cayo, quien por estos días está triunfando en Colombia y arranca suspiros del público masculino, hace algunos años también despertó el interés del periodista Jaime Bayly, tanto que el ‘ex-Francotirador’ se animó a invitarla a salir luego de que la entrevistara en el Canal 2.

Por: Jaime Bayly, La columna de Jaime Bayly Todo comenzó en 1983, en un canal de Lima, el canal 5. Yo tenía entonces dieciocho años y fui contratado para hacer preguntas en un programa político (que me pagasen por hacer preguntas me pareció una buena manera de ganarme la vida, dado que las preguntas me las hacía de todos modos, aun si no me pagaban, y lo difícil parecía tener las respuestas, no las preguntas), un programa llamado “Pulso”, que años más tarde expiró por tener los latidos muy débiles, y para hacer entrevistas sosas, seseantes, en un programa llamado “Panorama”, que irónicamente tenía como comentarista a un anciano que no podía otear el panorama porque era ciego. En ambos programas fui lo que se considera una “joven promesa” o un “talento precoz”, etiquetas que suelen adherirse a la vida de quien será más adelante un viejo aburrido, tal es mi caso.