Juan José Garrido,La opinión del director Durante los últimos años, sobre todo a partir del caso asiático, los economistas han puesto en boga el concepto de convergencia. Al nivel más sencillo, se podría explicar así: los países más pobres (en términos “por persona”), dado que parten con brechas tecnológicas y de ingresos muy altas, pueden crecer a tasas más altas que los países más ricos, convergiendo así –ambos grupos– en el tiempo.