Margarita Soledad Alaña arrojó a su hijo del sexto piso de un edificio ubicado en la ciudad de Génova (Italia), y luego se lanzó del mismo lugar: murió de forma instantánea.
Érika Soria Molina, quien falleciera luego de salvar vidas en el naufragio del crucero Costa Concordia, es toda una heroína. El gobierno reconoció la valentía de la joven de 25 años en la tragedia ocurrida el pasado 13 de enero en Italia y la condecoró con la Orden “Al Mérito por Servicios Distinguidos en el Grado de Oficial”.