En 2012 continuó la tendencia creciente en el uso de instrumentos de pago electrónico por parte del público, aprovechando las ventajas de mayor eficiencia y seguridad que, en general, tienen dichos instrumentos (tarjetas de débito y de crédito, transferencias de crédito y débitos directos) respecto del uso de aquellos basados en papel (efectivo y cheques), informó el Banco Central de Reserva (BCR).