Aldo Mariátegui: Arana contra los zombies

El tablero político puede cambiar mucho y un reclamo rojo podría acabar como un bumerán si el próximo Congreso implanta pronto una “muerte civil” en política para personajes condenados por delitos de corrupción. Y el cura Arana podría ser el gran ganador en la izquierda, pues Goyo Santos dejaría de ser una opción rival de ser declarado culpable, tal como sucedería con Verónika Mendoza si sus ya cuasi-reconocidas anotaciones sobre una cuenta bancaria en la libreta de Nadine le vinculasen finalmente a una maquinaria de lavado de dinero. Tampoco Marisa Glave podría sonreír mucho, pues fue una importante regidora y mano derecha política de Susana Villarán, cuya entera administración edil izquierdista podría ser procesada por lavado de dinero si se prueba que el contra-proceso rojo propagandístico contra la revocatoria de la autoridad edil más inútil que hemos tenido en la historia de Lima fue financiado con esos traslados ilegales de miles de dólares, pegados al cuerpo con scotch, al Perú que ya han confesado varios “doleiros” de la constructora brasileña OAS. Ojo que varias de estas entregas se hicieron en fechas cercanas a ese proceso electoral y hasta ahora Anel Townsend no nos explica cómo ni quién le pago al carísimo asesor Luis Favre o cómo se financiaron esos carteles gigantes por todo Lima con varios artistas rojimios o socialconfusos de apoyo (Jacinto Díaz… ¿Por qué nunca escribes sobre esos viajes de OAS o sobre el lujosísimo auto de carreras McLaren financiado por la Caja Metropolitana de Lima cuando pontificas sobre corrupción?).

Otro afectado por esta ley de “muerte civil” política sería Álex Kouri, encarcelado ayer por la “autopista” al Jorge Chávez.