El mensaje del presidente Kuczynski puso en claro sus prioridades, y lo social, desde una preocupación por la desigualdad, fue destacado. Nos propuso una revolución social, no muy revolucionaria, pero noble, que busca el bienestar de todo ciudadano peruano; una revolución que incluye y da oportunidades.
La propuesta social exige cinco áreas de acción: crecimiento, programas sociales, servicios públicos universales de calidad, programas de desarrollo productivo y de capacidades e infraestructura básica (el “combo” mínimo). Todo ello enmarcado en políticas orientadas a combatir la discriminación y eliminar la corrupción. Estas cinco áreas y las políticas antidiscriminación y corrupción están en la visión de lo que anhela el gobierno: un país moderno, próspero e igualitario, y un Estado al servicio de sus ciudadanos.
El ministro Zavala nos dirá cómo aterrizarán estas ideas en políticas y programas. Nos dirá qué esperan lograr en estos cinco años y cómo podremos darles seguimiento a sus avances.
Veremos con seguridad más recursos y nuevos procedimientos para agilizar los proyectos de agua y saneamiento, continuidad y expansión de programas sociales, impulso a programas productivos en Agricultura y Midis, universalización y calidad en salud y educación, más infraestructura. De acuerdo.
Esperamos ver innovaciones, en particular en la capacidad de articulación del sector público. Las acciones sectoriales tienen que lograr ser más que la suma de sus partes. No basta con que los sectores hagan bien su trabajo, tienen que hacerlo juntos. El desafío es llegar con el paquete completo, a la vez, al mismo lugar, a la misma familia, para que así esa familia, ese centro poblado, ese distrito se desarrolle. La articulación es la clave para lograr ese piso mínimo, parejo, que permita a los peruanos vivir dignamente, aprovechar las oportunidades y salir adelante.
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