Fernando Cáceres: PPK y la Espada de Damocles

Durante los últimos cinco años, el gobierno de Humala utilizó el ataque a sus opositores como una de sus principales armas. Esto no solo desgastó a la clase política involucrada, sino que impidió que se construyan puentes entre las autoridades de distintas agrupaciones políticas en beneficio de la ciudadanía.

A pesar de esta reciente y negativa experiencia, hay periodistas que han aplaudido el “estilo Humala” usado por PPK en La Oroya para relacionarse con Fuerza Popular (FP), pues creen que es preferible colocar al fujimorismo “entre la espada y la pared” que “resignarse a una rendición pronta e incondicional”.

Lo cierto es que este tipo de actitudes debilitan al propio PPK, debido a que permiten que sea atacado como lobbista por favorecer intereses de una empresa con cuyo dueño, se dice, ha tenido vinculación, como un político que no se preocupa por el medio ambiente ni el Estado de derecho, y por avivar presiones sociales a problemas públicos.

El hecho de que no haya habido, hasta ahora, un diálogo entre FP y PPK no implica una declaración de guerra por parte de FP, que necesitará encontrar un difícil balance entre dar gobernabilidad y ser la principal fuerza de oposición, lo cual solo puede decidirse negociando, en privado, caso por caso.

La verdad, la mejor estrategia que PPK podría desplegar para lidiar con FP pasa por cederle protagonismo en algunos temas, no solo para lograr en varios otros el apoyo de FP, sino también para preservar su capital político, lo cual no debiera ser tan difícil de lograr si consideramos que, mientras PPK se ubica claramente a la derecha, FP en lo económico muy probablemente cope el espacio social-demócrata que el Apra ha dejado, y que no tomará el Frente Amplio.

La otra estrategia, más que poner a FP entre la espada y la pared, implicará sentarse debajo de una espada de Damocles, a pesar de tener otro lugar donde ubicarse.