Fernando Cáceres: Con...suma confusión

¿Revisa usted los envases de alimentos antes de comprarlos? ¿Cambiaría su decisión si viera una advertencia en el envase que diga “alto en grasas saturadas/azúcares/sodio: evitar su consumo excesivo”? La respuesta dependerá de su actitud frente a la alimentación saludable. Un estudio de Ipsos (2008) encontró 4 grupos de consumidores: informados naturistas (33%), desinteresados (32.5%), informados dispuestos a tomar suplementos dietéticos (18%) y desinformados con motivación estética (16.4%). Asimismo, dependerá de su actitud frente al etiquetado y su sensibilidad frente a los precios (a más saludable, más caro).

El Ejecutivo acaba de publicar los umbrales de grasas, azúcares y sodio, a partir de los cuales deberán incluirse advertencias en envases. Esta obligación es muy discutible, no solo porque pretende hacer calar un mismo mensaje en grupos diversos de consumidores, sino porque, salvo Chile, no se conocen países que califiquen a los alimentos en “buenos o malos” (Ecuador y UK usan semáforos: alto/medio/bajo).

Sobre los umbrales, es confuso haberlos establecido con base en g o ml (ejemplo, para grasas saturadas es de 0.75 g /100 ml o 1.5 g / 100 g), y no con base en porciones. Una mayonesa de 200 ml, por ejemplo, tiene 4.6 g /100 ml de grasa saturada, que supera el umbral en 6.1 veces, y 700 mg / 100 ml de sodio, que supera el umbral en 2.3 veces. Pero la porción promedio de mayonesa es de 12 g, cuyo consumo llega al 80% del umbral de grasas y al 28% del umbral de sodio. Así, a pesar de que, bajo estos criterios, consumir mayonesa podría realizarse responsablemente, el producto llevará una advertencia que lo calificará de “malo”. La misma confusión se generaría si hacemos el ejercicio con un producto “bueno”, que, consumido en exceso, superará los umbrales.

Lamento ver políticas públicas definidas bajo agendas políticas. Lo que se ha hecho solo traerá más confusión a los consumidores.