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Opinión

“De lo que no queda duda es sobre el aporte a la campaña nacionalista, sobre el monto, origen ilícito de los fondos, quién recibió en persona el dinero, dónde y cuándo. Esto es lo más importante de esta declaración…”.

Como era conocido, llegó la declaración que hiciera Marcelo Odebrecht a la Fiscalía peruana hace unas semanas, y es –palabras más, palabras menos– lo que se hizo público en los días siguientes.

Lo más importante, sin duda, son las declaraciones sobre la entrega de los US$3 millones a la campaña de Ollanta Humala en 2011. Primero, confirma el monto y la razón del aporte. Fueron no menos de US$3 millones (en más de una oportunidad dice que pudo ser más, pero que de eso tendría conocimiento el operador local Jorge Barata) y explica el origen del mismo. Fue, como se ha especulado, por un pedido explícito del Partido de los Trabajadores brasileño a través del ex ministro Palocci. Odebrecht manejaba una caja de dinero “no contabilizado” y llevaba una cuenta a favor del PT; es sobre esta cuenta que se giran esos US$3 millones. Era un apoyo ideológico-político, y señala a Luiz Favre y a Valdemir Garreta como los operadores locales encargados.

Segundo, cuenta la (ahora famosa) comida que le hiciera a Ollanta Humala y su esposa Nadine Heredia en Brasil, cuando viajaron a agradecer el apoyo de la empresa y el PT. Sostuvo que los vio, en total, unas cinco o seis veces, cuando venía a Lima (cuenta que era regular visitar al presidente de turno) y en algunos foros internacionales.

Tercero, explica –y hay que decirlo– con cierta ambigüedad la cuenta madre de dichos recursos. Dice en un momento que la cuenta “operaciones estructuradas”, aquella de donde salían los recursos no contabilizados, era usualmente la proveedora para ese tipo de aportes, pero también dice que a veces se usaban fondos locales, razón por la cual señala a Barata como el único capaz de esclarecer el origen de los mismos. Como sabemos, Barata ya aclaró que salió de la cuenta de operaciones estructuradas.

Cuarto, aclara que dicho apoyo se realizó en la campaña de 2011, probablemente por dos motivos: primero, porque no recordaba ningún apoyo en la campaña de 2006 y, segundo, porque recordaba que en esa época se decía que recibía un apoyo de Venezuela (ergo, no necesitaba recursos). Sobre la campaña de 2006 considera “posible pero improbable” algún tipo de aporte. No obstante, apoyaban a las candidaturas más fuertes.

Finalmente, aclara que no autorizó ningún aporte adicional, ni a la campaña de Ollanta Humala ni a cualquier otra. No obstante, se refiere a los aportes que usualmente daban a otros partidos (de manera general: “era un hábito que apoyáramos a los principales candidatos”), pero señala al menos dos veces a Keiko Fujimori y al menos una vez al ex presidente Alan García, en un momento al afirmar un aparente apoyo (“…apoya a Keiko más si piensas que hay peligro de represalias…”) y otro momento en condicional a la declaración de Barata (“…debemos haber apoyado a Keiko… probablemente al candidato del partido de Alan García también…”).

Estos son, creo, los principales puntos de la declaración de Marcelo Odebrecht. Como vemos, hay cosas sobre las cuales podemos hacer afirmaciones (el monto de los US$3 millones y el agradecimiento de la pareja Humala-Heredia, por ejemplo) y otras sobre las cuales tenemos que verificar sus conjeturas con la declaración brindada por Jorge Barata, el operador local de Odebrecht. Felizmente, contamos con varias afirmaciones de Barata (en su declaración ante el Ministerio Público) para cerrar algunos puntos. Por ejemplo, sabemos que los US$3 millones vinieron de la caja destinada a los sobornos, llamada “caja 2” (o contabilidad paralela). Barata sostiene en dichas declaraciones que el aporte no fue condicionado a ningún proyecto u obra, sino por un pedido del PT (como señaló Marcelo Odebrecht). Barata aclara, asimismo, que el dinero fue entregado a la Sra. Heredia en “3 o 4 entregas”, y quien llevaba el registro era el Departamento de Operaciones Estructuradas; el dinero era entregado en un “bolso” en el departamento ubicado en Miraflores. Señala, finalmente, que no se realizaron aportes para la campaña humalista de 2006.

Hasta donde sabemos, Barata no menciona aporte a otras campañas, pero también es cierto que niega pagos ilícitos con relación al Gasoducto Sur Peruano, una de las 4 obras que, hasta donde se sabe, habrían sido adjudicadas a través de los mismos métodos (junto al proyecto Costa Verde, la Interoceánica y la Línea 1 del Metro).

Si bien es posible que la empresa Odebrecht, aparentemente, apoyaba con dinero local (léase, de la contabilidad de la filial peruana) a las principales campañas, es bastante obvio que al menos la candidatura aprista de 2011 no habría tenido sentido. Sobre si apoyaron o no a la candidatura fujimorista, pues falta información para confirmarlo, pero es una posibilidad en estos momentos y por ello debe trabajarse con dicha hipótesis en mente.

De lo que no queda duda es sobre el aporte a la campaña nacionalista, sobre el monto, origen ilícito de los fondos, quién recibió en persona el dinero, dónde y cuándo. Esto es lo más importante de esta declaración, y esperamos que el Ministerio Público actúe ahora sí como ha actuado hasta el momento en estos casos. Recordemos que la Sra. Heredia no cuenta con impedimento de salida del país, y ya una vez salió rauda entre gallos y medianoche. Ojalá la justicia actúe de manera similar a como actuó en casos anteriores. Ojalá.


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