16.ABR Martes, 2024
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Opinión

“Nadie puede negar los excesos y crímenes cometidos por el fujimorismo. Ni siquiera el ex presidente Alberto Fujimori: se allanó, como sabemos, en varios casos”.

El país requiere, de manera urgente, de grandes dosis de unidad, ese pegamento natural propio de los países desarrollados. Sin aquel ingrediente, seguiremos siendo, ad infinitum, el país de las oportunidades perdidas.

Nadie puede negar los excesos y crímenes cometidos por el fujimorismo. Ni siquiera el ex presidente Alberto Fujimori: se allanó, como sabemos, en varios casos. Junto con él fueron procesadas más de mil personas, de las cuales muchas pagaron condenas. No entraremos a discutir (no es el punto central de la opinión) si las mismas fueron excesivas o no; lo resaltante es que fueron investigados, procesados y muchos encarcelados por los delitos cometidos. Y quienes no pagaron condena pues, al menos, cargan la cruz de la sospecha y de la tacha social. Muchos califican de “fujimorista” a quien discuta estas verdades solo para dañar la reputación o independencia de sus opiniones.

Pero la justicia no ha actuado igual con otros ex mandatarios, menos aún con sus colaboradores. Ni antes ni después de Fujimori. Los que sirvieron a la dictadura de los generales Velasco y Morales Bermúdez se pasean, aún, por medios y centros académicos dando peroratas sobre las libertades, los derechos y la democracia. Ni los líderes ni los colaboradores de ese régimen pasaron por tribunal alguno, menos aún por la tacha social.

En el post-fujimorismo no ha sido mejor. El ex presidente Toledo, sobre quien existen pruebas suficientes de corrupción, sigue libre y sus colaboradores más cercanos frescos como lechugas. Muchos se han reinventado y les va mejor aún: ministros, congresistas, empresarios de mucho éxito, y así. Igual con el ex presidente García (quien ha pasado por muchas investigaciones, pero sigue inmaculado en el marcador jurídico).

Y ni les digo de los nacionalistas. ¡Ahí sí la impunidad judicial y social campea! ¿Ha salido al menos un nacionalista o colaborador a manifestar al menos su preocupación por las denuncias de asesinatos y corruptelas? Ni pío.
Esto no rebaja la pena ni los señalamientos a los fujimoristas. Pero no digan que no se mide con distinta vara.


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