25.ABR Jueves, 2024
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Opinión

“Hay que castigar la corrupción para que, en el futuro, más empresas eficientes y honestas vengan a nuestro país”.

¿Cómo debería enfrentar PPK el reto de retomar el crecimiento acelerado para poder erradicar la pobreza? La economía ha crecido 4.1% hasta mayo. Pero el crecimiento se debe a la puesta en operación de nuevas minas. El resto de la economía apenas se expande 1%. Y como las nuevas minas dejarán de aumentar su producción el próximo año, tendremos una apreciable caída en el crecimiento a partir del 2018 a no ser que PPK se ponga las pilas.

El problema es que Humala deja varias bombas de tiempo. La primera es la programada reducción de la tasa del impuesto a la renta en los siguientes años, herencia de los fracasados planes reactivadores del ministro Segura. Como ya no podemos tener más déficit sin romper la regla fiscal, PPK debería dejar sin efecto la reducción del impuesto a la renta para que pueda financiar sus reformas.

La segunda bomba son los numerosos elefantes blancos que deja este gobierno, pues nadie sabe cuánto le terminarán costando al país. Por ejemplo, los ingresos garantizados de los que disfruta el Gasoducto del Sur, haya o no haya gas, haya o no haya mercado, significarán mayores tarifas de luz por un tiempo indeterminado.

La tercera bomba es la caída en la inversión privada, debido, entre otros factores, al marasmo en la inversión y gestión públicas. Sería lamentable que, por tercer año consecutivo, se reduzca la inversión pública, de la cual depende tan estrechamente la construcción. Asimismo, el sector público debe dejar de entorpecer a los privados que quieren invertir.

No es una buena señal, si queremos más inversión minera que no contamine, que se nos diga que Conga y Tía María no están en la agenda pero que Doe Run sí lo está. La Oroya, una de las ciudades más contaminadas del planeta, es ejemplo del desdén por el medio ambiente que primaba décadas atrás. Y, como se ha señalado, lo último que queremos son leyes con nombre propio para favorecer a intereses particulares.

Una de las prioridades de PPK debería ser investigar al gobierno saliente. Primero, porque hay enormes interrogantes sobre muchas empresas extranjeras ganadoras de jugosos contratos y licitaciones públicas en los últimos años. Y hay que castigar la corrupción para que, en el futuro, más empresas eficientes y honestas vengan a nuestro país. Segundo, porque la impunidad desmoraliza al ciudadano que se pregunta, con propiedad, ¿para qué pagar impuestos?

Como si viviéramos en Corea del Norte, el gobierno saliente enjuicia a la prensa independiente y, en un acto tragicómico, se autocondecora. No hay duda de que mejores días nos esperan con PPK.


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