No está lloviendo bien en la sierra

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Una de las fortalezas en este año de débil desempeño de la economía peruana es la agricultura. En concreto, la agricultura de exportación proveerá por primera vez (y con algo de holgura) más del 10% de nuestras exportaciones totales. Ello, no obstante, las dificultades climáticas que hemos atravesado, entre ellas la deficiente temporada de lluvias del verano del 2014. Pues bien, hoy nos encontramos –un año después– con el mismo problema. Nuestros valles de la costa, sembrados como nunca, no están viendo ni bajar los ríos, ni llenar los reservorios en sus partes altas, como corresponde a esta época del año. Las lluvias en la sierra tienen una marcada relación con los fenómenos El Niño y La Niña. Esta temporada, con el océano Pacífico en el umbral de El Niño, se espera que nuestras lluvias tengan un desempeño por debajo de sus magnitudes normales. Nuestra adicción al arroz produce el inicio de la campaña de siembra de este año sin las reservas de agua aseguradas. Es la clásica timba de la lluvia en nuestros campos. Veremos qué pasa en las siguientes semanas. No obstante, si no llueve bien en la próxima quinta o sexta semana, algunos reservorios del norte o de Arequipa van a resultar insuficientes para completar el riego.