23.ABR Martes, 2024
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Opinión

El Gabinete Zavala es realmente bueno. La gran mayoría de ministros son profesionales destacados en sus carteras. Ahora que nos discriminan por ser economistas, saludo a mis colegas que seguirán siendo un ejemplo.

Afuera hay nubes, neblina y frío. Adentro hay luz y calor de color esperanza. El Gabinete Zavala es realmente bueno. La gran mayoría de ministros son profesionales destacados en sus carteras. Ahora que nos discriminan por ser economistas, saludo a mis colegas que seguirán siendo un ejemplo. No todos los tecnócratas son economistas, y algunos tienen una probada capacidad ejecutiva. Fue un gusto escuchar al embajador Oswaldo De Rivero realzando el perfil del embajador Luna.

Se confirmó la importantísima continuidad de Jaime Saavedra y su equipo. Pero hay más. Marisol Pérez Tello trae su formación y experiencia políticas; además seguirá creciendo como lideresa. Y Coco Nieto Montesinos, que fue asesor de Susana Villarán y de secretarios (ministros) mexicanos, trae su capacidad de asesoría política. Habemus politicus, además de los ministros designados que ya han tenido experiencia en el arte de lidiar con la mayoría de políticos y muchos medios en nuestra democracia sin partidos. Si repasáramos los gabinetes de los últimos años, encontraríamos muchas más designaciones partidarias; acá solo hay una. También veríamos profesionales destacados, aunque ciertamente este gabinete brilla en ese sentido. Fernando Zavala y el propio Pedro Pablo terminan de marcar la diferencia. No es usual encontrar personas con tal visión, vocación de servicio, experiencia, formación, voluntad de oír y dialogar, y honestidad.

El crecimiento está acelerándose, liderado por algunos megaproyectos de cobre. La confianza empresarial ya empezó a recuperarse, prediciendo una recuperación de la inversión y, por tanto, el empleo adecuado. Vienen medidas importantes y se están formando equipos para destrabar tantos proyectos parados. Hay razones fundadas para ser optimistas. Y hay que ayudar. Empezaremos a remar en serio tras dos décadas. Ya era hora.


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