Luis Favre ya es un nombre conocido en el Perú. Su participación como asesor de los candidatos de elecciones y consultas ciudadanas creó sobre él una especie de mito sobre su trabajo y procedencia. Pero, ¿quién es este estratega que defiende a capa y espada a su cliente César Acuña?
Felipe Belisario Wermus es su verdadero nombre. Es argentino y nació en 1949 en Buenos Aires. Hijo de un dirigente gremial, optó por cambiar de nombre en Francia ya por su juventud, lo mismo hicieron sus hermanos; un político de izquierda y un analista económico. Durante este tiempo tuvo un profundo acercamiento con el trotskismo.
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¿CÚANDO COMENZÓ SU CARRERA COMO ASESOR?
Según el diario El Comercio, la vida como estratega de Luis Favre comenzó por su cercanía a Lula da Silva y de su futuro ministro José Dirceu. Se hicieron amigos a su regreso de Europa, por 1985.
Por ese motivo, Luis Favre ingresaría al Estado cuando Lula da Silva se convirtió en presidente en 2003, haciéndose cargo de la oficina de Asuntos Federativos de la Casa Civil de la Presidencia de la República de Brasil.
La carrera de este asesor, quien acepta no haber terminado la secundaria, continuaría en ascenso durante los siguientes años del gobierno de Lula da Silva. Pero sí tuvo una mancha, una pequeña derrota.
En 2004, Luis Favre fue el encargado de la campaña de Marta Suplicy quien finalmente no obtuvo la victoria en su intento de reelegirse como prefecta de Sao Paulo. La misma suerte correría tiempo después cuando volvió a intentar tomar el cargo.
Posteriormente apoyaría la candidatura de Dilma Rousseff, a quien Lula da Silva le dio el mando tras las elecciones de 2010.
En Brasil, el trabajo de Luis Favre fue cuestionado por haber asesorado a José Dirceu, quien finalmente renunciaría al gobierno de Lula da Silva por serias acusaciones de corrupción. En 2012, el ex ministro sería condenado por este delito.
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¿EN PERÚ?
Su acercamiento con la política peruana sería en 2011. Contratado por el Partido Nacionalista, Luis Favre se convirtió en el asesor del entonces candidato presidencial Ollanta Humala, quien por aquellos meses buscaba alejarse de la imagen de radical de izquierda.
Con spots familiares, cambios de discursos y hasta modificaciones de vestimenta, Ollanta Humala conseguiría ganar las elecciones y Luis Favre, su objetivo. Se deslizó, además, que continuó ejerciendo como asesor externo de Palacio de Gobierno en los años siguientes; sin embargo, él lo ha negado en distintas entrevistas.
Posteriormente, Luis Favre volvería al Perú para trabajar con Susana Villarán en la campaña por el ‘No’, en medio de la consulta de revocatoria que pesó contra ella. Al igual como sucedió en 2011, se ocultaron las cifras de su salario, alimentando el mito de sus cobros millonarios pero eficaces.
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En una entrevista a Cuarto Poder, el argentino dio luces sobre las razones que lo llevan a aceptar liderar una campaña de marketing político. “Depende de dos factores: uno es ciertos padrones éticos que yo me impongo en mi actividad profesional. Al mismo tiempo, puedo aceptar pagos muy bajos si considero que la causa es justa”, explicó en 2013.
No obstante, Luis Favre dio como ejemplo que jamás aceptaría apoyar una campaña como la de Augusto Pinochet, el fallecido dictador chileno. “Jamás hubiera aceptado hacer la campaña de Pinochet a favor del ‘Sí’, por ejemplo. Y eso no habría dinero en el mundo que podría resolverlo”.
En la campaña por el ‘NO’ a favor de Susana Villará, el márketing ejercido por Luis Favre fue aplaudido, sobretodo porque utilizó a personajes populares para transmitir el mensaje del ‘No a la revocatoria’.
La actriz de ‘Al fondo hay Sitio’, Mónica Sánchez fue uno de los ‘Rostros por el No’. (Foto: Forosperu.com)
Tras ganar la consulta popular, Luis Favre sostuvo que la identificación de los protagonistas de la campaña fue gracias a su cercanía con dos productos culturales que muchas veces son dejados de lado por los políticos tradicionales: el diario Trome y la serie Al fondo hay sitio.
“Todas las mañanas leo el (diario) Trome y veo Al fondo hay sitio. Los que no leen Trome y ‘Al fondo hay sitio’ son los políticos en general y muchos de los opinólogos y periodistas que los acompañan. La población se informa a través de estos mecanismos”, expresó.
Asimismo, precisó la importancia de ‘ponerse en los zapatos’ de los electores, con el grueso de la población, quien es finalmente la que decide a los vencedores. “Hay que preocuparse cuáles son sus sentimientos, qué es lo que piensan, cómo elaboran su reflexión política. Tienen un mecanismo que es particular y no de los intelectuales”, subrayó en la entrevista a Cuarto Poder.
CONTRATADO POR ACUÑA
Ya en diciembre de 2015, en el inicio de una campaña presidencial con miras al 10 de abril, Luis Favre fue anunciado como asesor de la campaña de César Acuña. Meses antes se había anunciado que lo sería de Pedro Pablo Kuczynski, pero aquello no prosperó.
Tras no aparecer tan directamente en la campaña, en los últimos días recobró notoriedad por defender ferozmente a su cliente, César Acuña, de unas acusaciones de plagio. A través de un video, Luis Favre explicó que para él “plagiar es grave, pero la vida de un ser humano no se reduce a eso”.
¿Podrá Luis Favre el 10 de abril sumar una victoria más a su exitosa carrera como asesor de campaña?
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