Un Volkswagen escarabajo es, en estos tiempos, una invitación a recordar. Casi todos hemos subido a uno y hemos bajado con una historia por compartir. Sofía Timaná es la contadora general en una empresa. Hace 7 años, colecciona modelos a escala y todo lo que involucra a los Volkswagen escarabajo.
Si le preguntas cuántos autos de colección tiene, te dirá un número exacto sin titubear: “275 autos, los tengo numerados; soy contadora, tengo un excel”. Su hermano le regaló su primer coleccionable y, desde ese momento, comenzó su afición que dura hasta ahora.
Muchas personas y familiares le han dicho: “Tanto vas a gastar por esos carritos, tú estás loca”, por eso siempre prefiere ir a comprar sus autos sola. Participó en exposiciones de coleccionistas en 2011, 2012 y 2013, y ha ido a hacer muestras de su colección a provincia.
En el estacionamiento de su casa, antes de entrar a ver su enorme colección de autitos que en algunos casos no miden ni 10 centímetros y cuestan más de US$50, ella guarda parte de su colección.
Un escarabajo y un modelo combi adornan la entrada a su casa, hablamos de autos reales. Con su combi, llamada Beba, ha manejado desde Lima hasta Ecuador, y es una de las pocas mujeres que pertenece al club de aficionados a Volkswagen que sale en caravana manejando su auto por las calles de Lima.
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