19.ABR Viernes, 2024
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Opinión

Hoy en día nuestra preocupación crece como padres de familia al ver la cantidad de negocios y alimentos que contienen dosis altas de azúcar, este tipo de ingrediente presente en galletas, dulces, gaseosas, caramelos, postres, helados, entre otros que son parte de la dieta diaria de nuestros hijos y de la población en general. Al respecto, creo que nosotros tenemos las herramientas para poder bajar el consumo de este tipo de alimento primero dando información sobre los posibles daños a corto, mediano y largo plazo que tiene el consumir este veneno llamado AZÚCAR.

Los daños a cortos plazo radican en el efecto de esta en el sistema nervioso central. Esto quiere decir que una pataleta, por ejemplo, de un niño de 5 años al no recibir un helado o un dulce no es más que el efecto que él ya no tendrá sobre su centro del placer a nivel del cerebro, o caso parecido al estado de ánimo de alguna adolescente que está a dieta por 7 días y notamos que su ánimo ha bajado y, por el contrario, está de mal humor o responde en forma arisca a las preguntas o sugerencias que le indica la madre o el padre. La deprivación del consumo de azúcar nos da un síndrome de abstinencia, como sucede con las adicciones al alcohol, tabaco, cocaína, etc.

A mediano plazo vamos a poder ver que la hiperglucemia o azúcar alta nos da cuadros de mareos, dolor de cabeza y malestar en general que nos llevan rápidamente a una emergencia para hidratarnos y así poder bajar la concentración de la misma en la sangre. Si estos episodios se repiten, aparecerán ya acompañados de los tres síntomas de la diabetes: incremento de la sed, del apetito y mucha necesidad de orinar. Si los años siguen pasando, se verán alterados órganos tales como los riñones, los ojos, el corazón, y la falta de circulación en piernas podría llevar a una amputación en ambas. Qué triste, ¿no? Si empezamos a practicar actividad física y comer sano desde jóvenes, podremos bajar la posibilidad de desarrollar esta temible enfermedad y así envejecer mejor y con mayor calidad de vida.


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