Un inesperado fenómeno ha generado la no implementación de las rutas alimentadoras de los corredores complementarios: el incremento de mototaxis. La razón es que ahora los viajeros se ven forzados a tomar estas unidades pues no cuentan con un bus que los lleve a su destino.
Así lo sostuvo a Perú21 Patricia Alata, especialista de la ONG Lima Cómo Vamos y una de las encargadas del estudio ¿Cómo vamos en movilidad? Según detalló la especialista, el nuevo sistema vial ha hecho que se eliminen rutas que antes dejaban a los pasajeros muy cerca de sus casas, sus trabajos o sus centros de estudio.
Otras personas que hacen uso de estos vehículos son quienes viven en zonas que recién están urbanizándose, las que no han sido incluidas en el nuevo modelo de transporte. “Emplean el mototaxi para no caminar cinco, diez o veinte cuadras, según sea el caso, o para no ser víctimas de robo”, resalto.
Pero, además del mototaxi, también se ha incrementado el número de motos. Alata explicó que el empleo de estas unidades se debe a que son fáciles de maniobrar y pueden esquivar el tráfico vehicular. La experta refirió que estos últimos podrían optar por la bicicleta, pero que no lo hacen porque nadie respeta a los ciclistas ni hay infraestructura adecuada.
Según el estudio ¿Cómo vamos en movilidad?, que recoge las estadísticas de diversas entidades públicas, por Lima circulaban 47,326 motos y 47,941 mototaxis a diciembre del 2014. De acuerdo con la ONG Lima Cómo Vamos, la cantidad de estos vehículos se ha duplicado en comparación con lo registrado en el año 2009.
MÁS TRANSPORTE PÚBLICO
De otro lado, Alata insistió en la necesidad de implementar un transporte público de calidad, para acabar con la intensa congestión vehicular. Por eso, se mostró a favor de que la actual gestión edilicia se haya “apropiado” del sistema de corredores complementarios. “Es una oportunidad perdida por la administración anterior que se debe aprovechar”, resaltó.
Planteó la necesidad de contar con carriles segregados –de uso exclusivo– para los buses de transporte público. “No es necesario que se construya toda la infraestructura del Metropolitano. Fluidez no quiere decir ir más rápido sino tener menos obstáculos durante el recorrido. A veces las unidades masivas van a diez kilómetros por hora porque tienen que competir con taxis, colectivos y unidades piratas”, puntualizó.
De otro lado, indicó que si bien hay una primacía de automóviles en el parque automotor limeño –el que crece cada año–, aún la tasa no es alta. “El problema es la gestión del tránsito. Todos quieren ir a trabajar o a estudiar con sus unidades a la misma hora, cuando deberían usarlas para otros momentos o asuntos”, dijo.
Por esta razón, pidió a las autoridades –como la Policía Nacional y las municipalidades– que se tenga como prioridad a las personas y no a los vehículos al momento de fiscalizar el tránsito o ejecutar cualquier proyecto de infraestructura. También dijo que es necesario concientizar más a los choferes.
SABÍAS QUE…
- Patricia Alata manifestó que el problema del tránsito vehicular debe ser visto, también, como un tema que involucra la seguridad ciudadana.
- La especialista recalcó que en Lima existen tantos accidentados como víctimas de robo. Por eso, mencionó que es necesario continuar con el cambio del sistema vial.
- Insistió que el uso de mototaxis se ha incrementado por el retiro de buses que dejaban a los pasajeros a pocos metros de sus destinos.
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