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Carlos Moya: "Recibo tres sesiones por semana de hemodiálisis y así son mis días"

¿Te imaginas lo que vive un paciente con insuficiencia renal? Esta es la historia de un hombre que ha cambiado su vida de manera drástica a los 30 años.

Carlos Moya, de 30 años, ha cambiado su vida drásticamente. Cada día es una batalla.
Carlos Moya, de 30 años, ha cambiado su vida drásticamente. Cada día es una batalla.

En el Perú, hay más de 5000 personas en lista de espera para un trasplante de riñón, mientras, nos sometemos a la hemodiálisis. Este tratamiento consiste en conectar al paciente con una máquina que se encargará de filtrar todos los desechos que se acumulan en la sangre y agua, proceso que tus riñones no pueden hacerlo debido a un daño renal.

Yo recibo hemodiálisis desde agosto del 2016 por la insuficiencia renal crónica que padezco. Llegué por un cuadro de pancreatitis generada por la diabetes, la cual no sabía que tenía hasta el momento de la emergencia. Actualmente recibo tres sesiones semanales de hemodiálisis de 3 horas y 45 minutos cada una, junto a 12 personas que nos atendemos en uno de los centros del SIS de San Juan de Miraflores, del cual no me puedo quejar porque si bien nos dijeron cosas malas de los centros externos, acá no he tenido ningún problema y nos tratan de ayudar en todo lo que se pueda.

Debemos seguir una dieta estricta. Al no tener los riñones funcionando al 100% no podemos saturarlo, así que debemos cuidarnos de la siguiente manera:

-Evitar alimentos altos en potasio (plátano, palta, frutos secos, café, etc)
-Evitar alimentos altos en fósforo (pescado, enlatados, mariscos, limón, etc)
-Evitar alimentos altos en sodio (sal, galletas, etc)
-Controlar el consumo de agua.
-Verduras crudas, algunas frutas.

Gracias a esto, ahora me alimento más sano, verifico las etiquetas nutricionales de la mayoría de alimentos y aprendí a tener fuerza de voluntad. El apoyo de mi familia y de mis amigos ha sido importante en esta batalla.

Pero no todo es fácil. La diálisis es un proceso desgastante, los calambres, mareos y náuseas están latentes. Además, si traemos mucha agua (por eso es muy importante la alimentación), más será el estrés al que sometemos a nuestro cuerpo y la presión se nos puede bajar demasiado, lo cual genera en el ‘mejor’ de los casos desmayos.

Por eso, aunque suene trillado, deben cuidarse. Ante el primer síntoma raro (vamos, todos conocemos nuestros cuerpos) vayan a un doctor, eviten ser un paciente renal más. Mi vida, a los 30 años, ha cambiado drásticamente, cada día es diferente, pero no me doy por vencido.

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