Shirley Ávila
lavila@peru21.com
Si planea salir a comer en familia o con sus amigos, esté alerta. Los restaurantes se han convertido en el blanco perfecto para los hampones que operan, especialmente, los fines de semana y por las noche. Solo en las dos últimas semanas se han reportado ocho asaltos a estos negocios.
Si antes la presencia de un policía o de un vigilante en el local era sinónimo de seguridad, ahora ya no. Los delincuentes toman el control y, en minutos, se hacen del botín.
Así sucedió la madrugada del 12 de abril. Cuatro malhechores armados irrumpieron, por cuarta vez, en la pollería La Leña, de la cuadra 26 de la Av. Colonial, en el Cercado. A golpes redujeron al custodio, de 60 años. Luego, obligaron a una trabajadora a entregar el dinero de la caja y le arrebataron sus pertenencias a los comensales. Bajo la misma modalidad, días después, fue asaltada la pizzería La Romana de Pueblo Libre.
La ola de atracos continuó. El 20 de abril, cuatro rufianes entraron al restaurante Coracora, del Jr. Emilio Fernández 366, en Santa Beatriz. La veintena de clientes era abogado y oficiales de la Policía.
A los tres días, igual número de maleantes ingresó –a las 2:45 a.m.– a El Buen Sabor, de la Av. Arenales 1598, Lince. Se apoderaron de S/.3,500 de la caja y despojaron de sus pertenencias a los 30 comensales.
La madrugada del sábado 27, una banda ‘visitó’ la pizzería La Romana de la Av. Prescot 395, San Isidro, donde había ocho niños. Robaron S/.20 mil.
Para cerrar el mes de abril, tres restaurantes fueron asaltados cuando los comensales celebraban por adelantado el Día del Trabajo. Dos delincuentes, uno de ellos con una máscara, irrumpieron en la pollería Pihuicho, en Salamanca, a dos cuadras de la comisaría. El atraco quedó registrado en las cámaras del local.
Asimismo, un chifa de la cuadra uno de la Av. 28 de Julio, Breña, fue asaltado. Y en el Callao, dos policías frustraron el atraco a una pollería Norky´s tras enfrentarse a tiros con tres facinerosos.
DINÁMICA DELICTIVA
Segun el experto en seguridad César Ortiz Anderson, para el hampa resulta muy rentable apoderarse del dinero de estos locales y de las pertenencias de los clientes.
“Forma parte de su dinámica delictiva, que es muy cambiante. Primero pusieron en la mira a los casinos y tragamonedas. Luego llegó el ‘boom’ de las cabinas de Internet y, últimamente, las boticas y farmacias”, explicó.
Para cometer sus fechorías, las bandas se valen de dos factores: la sorpresa y la información. Es decir, actúan al paso –sin planificación previa–, o cuentan con información brindada por malos extrabajadores de dichos establecimientos.
HORAS DE ASALTOS
De acuerdo con Ortiz, estos asaltos ocurren entre las nueve de la noche y las dos de la madrugada. Esto se debe a que los maleantes saben que a esa hora se ha recaudado una buena suma de dinero. Además, después de la medianoche se hace el arqueo (o cierre) de la caja.
Con relación a los comensales, refirió que es más fácil reducirlos porque están sentados y no tienen opción para escapar. Solo les queda someterse a los delincuentes.
Por esta razón, César Ortiz recomienda a los dueños de estos negocios que tomen las medidas preventivas de acuerdo con el nivel de riesgo del negocio.
DATOS
- Ante la creciente ola de asaltos, el ministro del Interior, Wilfredo Pedraza, reconoció que la delincuencia es un “problema real”. Hace hace apenas unos meses atrás, Pedraza señaló que se trataba solo de una “percepción”.
- “Sería un absurdo sostener que todo es un problema de percepción y que lo que pasa, no pasa”, dijo a un medio local.
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