Francia logró un merecido empate 1-1 ante España gracias a un gol de Olivier Giroud en el tiempo de descuento que hizo justicia a lo ocurrido durante todo el partido que se jugó en el Vicente Calderón de Madrid, por las Eliminatorias europeas para Brasil 2014.
Ese tanto equilibró el gol de Sergio Ramos en la primera parte y dejó helado al equipo español, que sufrió una agonía durante toda la segunda parte. Nadie pudo decir que no fue un resultado justo, pues hubo un tiempo para cada equipo.
El punto le sabe a gloria a Francia. Primero, porque se queda junto a España en zona de clasificación para el próximo Mundial. Y segundo porque el cuadro de Didier Deschamps se reivindicó.
El seleccionador Vicente del Bosque redobló su apuesta por los volantes y puso hasta siete hombres en el mediocampo español al inicio. Es difícil encontrar un precedente así en el fútbol moderno.
Sergio Busquets fue el elegido para acompañar a Sergio Ramos en el centro de la zaga y Cesc Fábregas actuó como “falso nueve”, como ya hiciera en la Eurocopa ante el mismo rival.
Como en aquel encuentro, finalizado con triunfo español por 2-0, Francia también tomó precauciones defensivas, aunque con matices. No se limitó a acumular hombres, sino que propuso un plan: entregar los costados, robar en el centro y enviar balones rápidos a sus puntas. Y en la segunda mitad se fue a por el partido sin reserva alguna.
Lo que gana España sin un “9” lo pierde en capacidad de remate y distracción en la defensa rival. Así, las aventuras de Jordi Alba por la banda izquierda fueron casi inútiles por la falta de un rematador.
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