26.NOV Martes, 2024
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The Economist: Mal manejo político puede afectar la economía de Perú

Revista cuestiona la falta de liderazgo del presidente Ollanta Humala para dirigir el país y que le haya dejado esa labor a su esposa, Nadine Heredia.

The Economist: Mal manejo político puede afectar economía en Perú. (USI)
The Economist: Mal manejo político puede afectar economía en Perú. (USI)

La prestigiosa revista The Economist alertó que los desaciertos políticos del gobierno del presidente Ollanta Humala terminan contaminando el buen manejo económico del país. En su columna sobre América Latina, la publicación considera que “no se debe confiar en que un manejo técnico de la economía pueda compensar los errores políticos y amortiguar el descontento de la población indefinidamente”.

La publicación aludía a las lecciones que podría aprender el presidente Humala del “modelo italiano” de postguerra. “La real lección que nos deja Italia es que si el sistema político es incapaz de actuar en el largo plazo a favor de los intereses de la mayoría, termina contaminando a la economía con sus desaciertos”, señala la publicación y cita los asesinatos políticos ligados al presidente regional de Áncash, César Álvarez, y el congelamiento de las cuentas de la región como una muestra de ello.

MODELO INTERNACIONAL
Si bien el artículo destaca el rol del ministro de Economía, Luis Castilla, calificándolo como el “miembro más poderoso del Gobierno”, y la mayor cantidad de tecnócratas en el nuevo gabinete, a su vez *cuestiona la capacidad política del mandatario y su fuerte caída en la aprobación de su gestión.

“De hecho, el actual gabinete es un avance respecto a sus predecesores. Está lleno de tecnócratas capaces. El problema es que el propio presidente no ha podido proveer al Gobierno de liderazgo político. El señor Humala ha mantenido un perfil bajo, dejando que Castilla y su inteligente y ambiciosa primera dama, Nadine Heredia*, *sean los que den declaraciones. En seguridad, el presidente prefiere trabajar con sus amigos del Ejército -una mala idea cuando se requieren reformas de la policía, la Fiscalía y el Poder Judicial”, resume el artículo.

En la columna se explica, además, que los problemas políticos trascienden el gobierno de Humala, pues sus antecesores tuvieron también una baja popularidad, y que el electorado peruano, que vive mayoritariamente en la informalidad, atribuye su éxito a su propio esfuerzo, no a sus políticos.

Finalmente, The Economist considera que “si los flujos de dinero que han transformado al Perú en las últimas dos décadas empiezan a secarse, un sistema político desacreditado va a ser incapaz de amortiguar y canalizar el descontento del público. El riesgo en ese caso es que las líneas paralelas de economía y política converjan, tal como sucedió en Italia”, concluyó.


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