La actriz Audrey Hepburn murió un 20 de enero de 1993. El legado que dejó es impresionante y a varios años de su muerte aún sigue inspirando colecciones de ropa, estilos de peinado y maquillaje.
Sin embargo, Audrey Hepburn fue algo más que una destacada estrella de cine dueña de una perturbadora belleza y elegencia.
CARRERA HUMANITARIA
Lejos del glamour de las alfombras rojas y de los reflectores y luces de las cámaras de cine, Audrey Hepburn ocupó su tiempo en ayudar a otras personas.
“Nací con una enorme necesidad de afecto y una terrible necesidad de darlo”, es una de las frases célebres de Audrey Hepburn.
Su necesidad de dar afecto y ayudar a los demás fue lo que motivó a Audrey Hepburn a ser una promotora de los derechos de los niños en distintos puntos del planeta, especialmente en zonas de conflicto.
En 1980 cuando su carrera en el cine estaba culminando, Audrey Hepburn pudo haber descansado tranquila junto a su compañero Robert Wolders. Sin embargo, ella ocupó sus últimos cinco años de vida siendo una embajadora de Unicef.
“Cuando era pequeña, solía avergonzar a mi madre cargando bebés que veía en los coches en el mercado. Lo único que soñaba en mi vida era tener mis propios hijos. No solo para recibir amor, si no queriendo desesperadamente darlo”, dijo alguna vez Audrey Hepburn.
En 1987, Audrey Hepburn fue invitada a un festival de música internacional “por los niños del mundo” en Macao. El dinero recaudado en ese concierto fue destinado a Unicef. Después del evento ella preguntó si podía hacer algo más por Unicef y ahí empezó su trabajo.
“Sé perfectamente lo que el Unicef puede significar para los niños, porque yo estuve entre los que recibieron alimentos y ayuda médica de emergencia al final de la Segunda Guerra Mundial”, afirmó Audrey Hepburn en su nombramiento como Embajadora de Buena Voluntad, en 1989.
“Desde el momento en que firmó para ser embajadora, ella fue por el campo, encontró niños hambrientos cuyos mensajes de desesperación los llevó por el mundo entero. Ella levantó la conciencia de millones de personas en países que no sabía que existían”, reseña la ONU en su web .
“Ella fue una inspiración, ha traído enorme atención mundial a los niños. Ella levanto el perfil de los desafíos que enfrentan”, dijo en ese entonces la Directora Ejecutiva de Unicef, Carol Bellamy.
Aquí, un video en el que narra su trabajo en Somalia en 1992.
Dos años antes, la actriz estuvo en Vietnam.
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