Riggan Thomson (Michael Keaton) solía ser una estrella de Hollywood. Eso fue en la década de los 90, cuando Birdman era el superhéroe de moda. Hoy Riggan es un actor envejecido en búsqueda de una segunda oportunidad.
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Su pasaporte a la redención es una adaptación teatral del cuento de Raymond Carver, De qué hablamos cuando hablamos de amor, un proyecto de vanidad que él mismo ha financiado, escrito, dirigido y protagonizado.
Pero la sombra de Birdman resulta demasiado pesada para Riggan, tanto es así que el taquillero personaje irrumpe reiteradamente en su subconsciente para reclamarle fidelidad absoluta. A medida que los ensayos avanzan y se aproxima la noche del gran estreno, la cordura de nuestro protagonista es cada vez más inestable.
La nueva película del mexicano Alejandro González Iñárritu (Amores Perros, 21 Gramos, Babel, Biutiful) aparecía como una clásica historia de superación, como una fábula moral de triunfo sobre la adversidad.
Tenemos a un ídolo caído en desgracia por el que nadie apostaría un centavo, un hombre derrotado que redirige su existencia por el camino correcto, no sin antes padecer golpes y humillaciones.
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Felizmente, la narración se aparta de estos tópicos y cuestiona la glorificación del suceso personal. No solo eso: más que querer entroncarse con una tradición de cintas que celebran el teatro y sus tras bastidores, Birdman está más cerca de parodiar o desmitificar su “pureza”.
Birdman va más allá de su sentido literal; prevalece la imagen y lo que se esconde detrás. Es notable su capacidad para despegarse de la realidad, para sumergirnos en una experiencia impresionista donde el tempo dramático tiene la fluidez de una toma continua y la intensidad de una batería de jazz.
Es un tour de force técnico que tiene su contrapeso en el pathos de un Keaton en crisis existencial. Riggan desea éxito, respeto, prestigio; siempre ha confundido la admiración con el amor. Birdman no es otra cosa que la encarnación perfecta de sus delirios egocéntricos. ¿Pero qué realmente quiere Riggan? Incluso para alguien como él, la libertad es el máximo anhelo.
SABÍA QUE
- Birdman se perfila como la favorita en la carrera por el Oscar y tiene nueve nominaciones en total, tres más que “Boyhood”, su principal rival. Ya recibió el Premio Gotham.
Por Claudio Cordero (@ccordero_cine)
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