César Aedo, el hombre que vive para hacer reír

César Aedo (58) viste de saco, chaleco y corbata en medio de su enorme circo. El hombre que trabaja haciendo sonreír a la gente parece, fuera de show, un hombre sereno, algo serio con el mundo. “Esto va para allá”, “esto debe ser el punto central”, “baja esas tablas”, ordena a los trabajadores que arman el escenario y su voz retumba en toda la carpa roja que se viene levantando dentro del Lawn Tenis, en Jesús María. El circo se avecina.

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El artista partió hacia el mundo a los 21 años. Repleto de sueños, que opacaban el poco dinero en sus bolsillos, se fue en búsqueda de la fórmula para la risa. La encontró, sin duda alguna, pero, tras 30 años afuera, también entendió que el mejor lugar para demostrar lo aprendido es su país. Maletas y al aeropuerto. Gastó sus ahorros en una bella carpa enorme que ahora –orgulloso– no se cansa de repetir que ya ha sido levantada en todos los conos de Lima y también en Cusco. “De eso se trata todo, de descentralizar la cultura, de entretener a los peruanos”, expresa convencido de que no se equivocó al comprar el pasaje de vuelta a su tierra 10 años atrás.

¿Qué es el circo para ti? César Aedo respira ante tal pregunta, trata de arreglarse la enorme cabellera que oculta su frente –y le brinda a su apariencia una dosis de locura–, y responde sin titubeos: “Lo es todo, mi vida”.

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Ahora, Aedo, tras el éxito de sus dos anteriores obras El vuelo del cóndor y Paukartanpu, se prepara para estrenar Salsa, un espectáculo que gira en torno a los temas de Rubén Blades, Celia Cruz y Joe Arroyo y otras leyendas más. “Salsa es alegría, calor humano, son sabores, condimentos, un humor blanco e inteligente”, explica acerca del show que contará con la participación de artistas peruanos, cubanos y puertorriqueños.

Antes de despedirse, Aedo saca de su bolsillo un ticket. “Esta es mi tarjeta”, señala. No es una de sus bromas; el pequeño cartón tiene impreso su contacto y, debajo de su nombre –donde todos suelen detallar algún cargo rimbombante–, dice aisladamente ‘peruano’. Nada de colocar que es artista, director o mimo. No necesita más, solo precisar su orgullo por el Perú.

Por: Pablo Vilcachagua Cancino (pablo.vilcachagua@peru21.com)

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