Baldor, el autor del recordado (y odiado) libro de matematicas, nació un día como hoy

Aurelio Baldor nunca tuvo barba ni un gran turbante rojo sobre la cabeza. Jamás vistió lujosas túnicas ni su piel fue tostada por el Sol. Tampoco visitó Medio Oriente ni se tomó alguna fotografía sobre alguna ciudad árabe.

Aún así, su apellido es asociado más a un personaje de las ‘Mil y Una noches’ que a La Habana, donde nació el 22 de octubre de 1906.

Este cubano —de peinado hacia atrás y con más de un metro noventa de estatura— es autor del libro de matemática más consultado, comentado y ‘odiado’ en Latinoamérica: El Algebra de A. Baldor.

Aurelio Baldor, autor de El Algebra de A. Baldor

Si tienes menos de 18 años, es probable que nunca lo hayas consultado porque tal vez algún folleto o página web lo haya suplantado, pero basta con preguntar a alguna persona mayor para saber de qué se trata.

La primera publicación de Algebra de A. Baldor salió a la luz en 1941. Más allá de explicar lo que significaba el álgebra a los alumnos de secundaria, esta obra se enfocó en la realización y solución de ejercicios, un punto ciertamente novedoso para la época y razón principal por la que se quedó como referente para más de 3 generaciones.

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El personaje que aparece en la portada del libro es Al-Juarismi, un matemático persa nacido en el siglo XVII que escribió un libro sobre cálculos hechos por el método de completar y balancear. De su trabajo se desprende el término álgebra.

La decisión de colocar a Al-Juarismi fue decisión de Compañía Cultural Editora y Distribuidora de Textos Americanos, S.A., la empresa a la cual Aurelio Baldor vendió los derechos de la obra y la cual publicó en 1983 la edición más conocida del libro.

AUTOR EN PROBLEMAS
Pero Aurelio Baldor —al igual que su libro— tuvo una vida con gran cantidad de problemas. Profesor y fundador del colegio Baldor en La Habana, tuvo que exiliarse junto a su familia en México cuando Fidel Castro tomó el poder en Cuba en 1959.

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“Nos vamos de vacaciones para México”, nos dijo mi papá. Nos reunió a todos, y como si se tratara de una clase de geometría nos explicó con precisión milimétrica cómo teníamos que prepararnos. Era el 19 de julio de 1960 y él estaba más sombrío que de costumbre. Mi padre era un hombre que no dejaba traslucir sus emociones, muy analítico, de una fachada estricta, durísima, pero ese día algo misterioso en su mirada nos decía que las cosas no andaban bien y que el viaje no era de recreo”, recuerda Daniel Baldor, hijo de Aurelio, según recoge la revista Regatas .

Posteriormente la familia se trasladaría a Estados Unidos. Inicialmente Nueva Orleans fue la ciudad donde se establecieron, pero luego de vivir un episodio de racismo, se trasladarían a Nueva York. Allí Aurelio Baldor retomaría su labor de profesor en la Universidad de Nueva York.

A pesar de todo el reconocimiento que obtuvo en Estados Unidos, nunca pudo volver a Cuba y pasó sus últimos días en Miami.