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Encadenado, desnutrido y desnudo: rescatan a menor encerrado en un sótano en México

El pequeño Antony fue encontrado por funcionarios de la Procuraduría General de Justicia, luego de recibir una carta que denunciaba su cautiverio.

Un menor de edad fue encontrado desnudo y encadenado en el sótano de una vivienda en Ciudad de México. (Cuartoscuro)
Un menor de edad fue encontrado desnudo y encadenado en el sótano de una vivienda en Ciudad de México. (Cuartoscuro)

Un menor de edad fue encontrado en Ciudad de México (en la colonia Gabriel Hernández) con severos síntomas de desnutrición, golpes en la cabeza, cinta adhesiva en el cuello, quemaduras de cigarrillo en la espalda. Estaba desnudo, encadenado y privado de libertad en un cuarto del sótano de una vivienda.

El menor —llamado Antony, según consignan medios locales— fue rescatado tras una denuncia anónima por funcionarios de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, en una vivienda habitada, supuestamente, por sus tíos, identificados como Juan Carlos Loaeza y Olivia Castro, de 33 y 32 años de edad, respectivamente.

Informe Procuradoría de México (foto: Cuartoscuro)

Estos sujetos, que afirmaron que el niño estaba con ellos por encargo de su padre, fueron arrestados por la Policía. Los padres del menor aún no han sido ubicados. Mientras que Antony fue ingresado a un hospital privado para su atención inmediata.

“Derivado de las diligencias realizadas en la investigación, se tienen datos de que el menor puede ser originario de un estado de la Unión Americana, por lo que ya se solicitó información a la Embajada de Estados Unidos en México y estamos en espera de la respuesta”, informó hoy la Procuraduría General de Justicia (PGJ), según el medio mexicano Sin Embargo.

El niño fue rescatado luego de que en uno de los recorridos que realizó el Delegado de la Colonia Gabriel Hernández, Víctor Hugo Lobo, recibiera una carta con la denuncia del cautiverio de Antony.

Los vecinos, según indica el reporte de la Procuradoriía, sentían temor de acercarse a estas personas que vivían en una casa con grandes murallas. Sospechaban que algo ocurría en esa vivienda, porque a veces escuchaban gritos. Pero jamás pensaron que había un niño encerrado con signos de tortura y daño psicológico.

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