México subordinado a la criminalidad organizada

El poder de las organizaciones criminales en México se hizo sentir hace unos días, con el espectacular escape de prisión de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, jefe del cártel de Sinaloa. El hecho ha perjudicado, una vez más, al gobierno de Enrique Peña Nieto, quien ha prometido tomar medidas efectivas para su captura y contra los cárteles.

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Una de las acciones más frontales que tomó el Estado mexicano fue la del gobierno de Felipe Calderón (2006-2012), basada en ordenar al Ejército combatir la delincuencia. A pesar de esta medida, la violencia se ha incrementado de manera desproporcionada, según explica Eduardo Guerrero, especialista mexicano en seguridad, en una entrevista publicada en Letras Libres.

Asimismo, de acuerdo con el diario mexicano Nosotros, durante el régimen de Calderón existían solo cuatro cárteles: Sinaloa, Juárez, el Golfo y La Familia Michoacana. Actualmente han sido identificados 14 grupos en todo el país, que, a su vez, controlan a decenas de células criminales.

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Pese a la críticas, la militarización fue elogiada por Anthony Placido, ex jefe de operaciones de inteligencia de la DEA. Pero lo que fue considerada al principio una solución, se volvió parte del problema. Según la ONG Human Rights Watch, hasta agosto del 2014, el Programa Nacional de Derechos Humanos registró más de 22 mil personas desaparecidas desde el 2006.

Además, en este periodo, se han registrado más de 9 mil denuncias ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México por abusos del ejército por casos de ejecuciones sumarias, desapariciones forzadas y tortura realizadas por miembros de la Policía y militares.

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En medio del fuego se encuentran los ciudadanos. Guerrero menciona que muchas familias, empresas, negocios (grandes o pequeños) deben pagar periódicamente grandes cantidades de dinero a las mafias para su protección.

Los cárteles no solo obtienen recursos del narcotráfico sino también de secuestros, robos y, especialmente, extorsiones. Sobre esta actividad, de acuerdo con el Observatorio Nacional Ciudadano, entre 1997 y 2013 las extorsiones aumentaron 818%. Solo en el 2014 se reportaron 5,451 denuncias por extorsión.

El escape del ‘Chapo’ representa solo uno de los tantos problemas que el gobierno de Enrique Peña Nieto afronta sobre la criminalidad organizada y la violencia. México se encuentra en su peor hora.

Por Carlos Viguria (carlos.viguria@peru21.com)