La Duma o cámara de diputados de Rusia aprobó hoy endurecer las penas por acceso ilegal a secretos de Estado, iniciativa que los activistas catalogan de pretexto para nuevas represalias del Kremlin contra la oposición.
“Está claro que esas enmiendas (las autoridades rusas) no las necesitan para que estén sobre la mesa, sino para que se utilicen activamente contra los opositores”, dijo Kirill Kabánov, miembro del Consejo presidencial sobre los Derechos Humanos al diario digital Gazeta.ru.
La nueva enmienda a la ley 283.1 del Código Penal de Rusia propone castigar a las personas que obtengan acceso a secretos de Estado a través de secuestro, engaño, soborno o amenazas, con multas de entre 200,000 (alrededor de US$6,500) y 500,000 rublos (US$16,000 dólares) o penas de hasta 4 años de cárcel.
Además, esta modificación amplía el círculo de las personas que podrían considerarse como traidores de la patria, así como la interpretación del propio concepto de la traición.
Así, entre los “traidores” también pueden figurar organizaciones internacionales que actúen contra los intereses de Rusia y que, según el Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB), son utilizadas como cobertura de los servicios de inteligencia extranjeros.
Las polémicas enmiendas rechazadas en su tiempo por el exmandatario ruso Dmitri Medvedev fueron aprobadas hoy a puerta cerrada, casi por unanimidad.
Con anterioridad, la Duma aprobó otro polémico proyecto de ley que establece el estatus de “agente extranjero” para las ONG que reciben financiación del exterior.
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