Una tormenta de arena, considerada la peor en años, ha cubierto partes de Líbano y Siria. La tormenta dejó al menos ocho muertos y cientos de personas heridas y hospitalizadas.
Los gobiernos de ambos países advirtieron a personas enfermas y ancianas, así como a mujeres embarazadas y niños, evitar realizar actividades fuera de sus hogares que las expongan a la tempestad.
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En el caso de Siria, la tormenta de arena abarcó áreas de la ciudad de Deir al Zour. Se informó además que los hospitales de esta localidad dejaron de admitir pacientes debido al alto número de personas con problemas respiratorios.
De acuerdo al Observatorio Sirio de Derechos Humanos, esta medida se tomó debido a que los hospitales se habrían quedado sin tanques de oxígeno para atender a los heridos.
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Según se informó, la visibilidad en regiones orientales, como en Chipre, era de apenas 200 metros. La reducción de visibilidad obligó al gobierno sirio a cancelar ataques aéreos a rebeldes en una provincia central.
Por su parte, el Departamento Meteorológico en el Aeropuerto Internacional Rafik Hariri de Beirut describió la tormenta como “sin precedentes” en la historia moderna del Líbano. La institución señaló además que la tormenta perderá la intensidad a partir del miércoles por la noche.
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