Costanera 700

Humberto Sato, patriarca de la familia Sato y uno de los grandes de la cocina peruana, nos dice que para él la Navidad era, más que una fiesta, un momento para renovar los afectos. Y este es el espíritu que debemos conservar.

Humberto Sato, patriarca de la familia Sato y uno de los grandes de la cocina peruana, nos dice que para él la Navidad era, más que una fiesta, un momento para renovar los afectos. Y este es el espíritu que debemos conservar.

Yaquir Sato es un loco genial que, en silencio, está preparando una verdadera revolución en nuestra cocina. Su tímida personalidad hace que no tenga la presencia mediática que tienen otros grandes cocineros, pero a golpe de dedicación y, sobre todo, de ideas, desde la cocina de Costanera 700, ha lanzado una verdadera revolución gastronómica: la cocina de ‘vivos’.

Yaquir Sato es un loco genial que, en silencio, está preparando una verdadera revolución en nuestra cocina. Su tímida personalidad hace que no tenga la presencia mediática que tienen otros grandes cocineros, pero a golpe de dedicación y, sobre todo, de ideas, desde la cocina de Costanera 700, ha lanzado una verdadera revolución gastronómica: la cocina de ‘vivos’.

Día de fiesta. Los padres celebran su día. Para hacer de esta celebración una experiencia imperecedera, lo invitamos a visitar Costanera 700 y probar los nuevos platillos de ese cocinerazo llamado Yaquir Sato, chef del restaurante e hijo y gran heredero de ese patriarca de la cocina peruana llamado Humberto Sato.

Día de fiesta. Los padres celebran su día. Para hacer de esta celebración una experiencia imperecedera, lo invitamos a visitar Costanera 700 y probar los nuevos platillos de ese cocinerazo llamado Yaquir Sato, chef del restaurante e hijo y gran heredero de ese patriarca de la cocina peruana llamado Humberto Sato.

En cocina, casi toda selección es subjetiva. ¿Es más rico el cebiche que el tiradito?, ¿es más sabroso el casero arroz con pollo que el hoy gourmet arroz con pato? Y si la sabrosura de los platos está entredicho, también lo estará elegir al mejor restaurante limeño. Bueno, a nosotros nos encanta ser subjetivos y, después de lo comido y bebido, este es nuestro top five limeño.

1. CENTRAL El año pasado, los comensales limeños lo ubicaron en el cima del ranking culinario elaborado por la Guía Summum. Este año, estamos seguros, la revista Restaurant lo pondrá entre los mejores cien restaurantes del mundo. Y ambos reconocimientos son merecidos. La cocina –y el talento– de Virgilio Martínez está un peldaño arriba de sus pares peruanos. Si estos tratan de superarlo, nuestra gastronomía será –de verdad y sin chauvinismo– un top mundial. En Santa Isabel 376, Miraflores.

SABORES AL CARBÓN Una carne a la parrilla puede ser, desde su simpleza, un verdadero festín. Los elementos para llegar al placer son pocos: carbón, una buena carne, un poco de sal y, obvio, una copa de vino. Y, claro, las ensaladas, las salsas y otras guarniciones son complementos que uno siempre agradecerá. De las carnes, los cortes de cerdo y pollo se portan muy bien en la parrilla… sobre todo el cerdo, un animal bendito que siempre resulta sabroso. Redondos acaba de lanzar cortes de cerdo (no se pierda las costillas y el lomo) y de pollo ya marinados en tres versiones: criolla, clásica y oriental. Los encargados de presentar estos productos fueron los chefs ‘parrihéroes’: Yaquir Sato (Costanera 700), Flavio Solórzano (El Señorío de Sulco) e Israel Laura (PiscoBar), quienes han destacado las bondades culinarias de esos cortes. Ya están en supermercados.

Yaquir Sato, además de un gran cocinero, es un investigador acucioso y obsesivo. Ahora investiga los platos y las técnicas de la antigua comida peruana y nikkéi, aquella que se preparaba en las casas. Así, ha rescatado (y renovado) delicias como el arroz con pato, el ají de gallina, el estofado e, incluso, la sopa ramen.

Yaquir Sato, además de un gran cocinero, es un investigador acucioso y obsesivo. Ahora investiga los platos y las técnicas de la antigua comida peruana y nikkéi, aquella que se preparaba en las casas. Así, ha rescatado (y renovado) delicias como el arroz con pato, el ají de gallina, el estofado e, incluso, la sopa ramen.

Yaquir Sato nos dijo que, después de varios meses de sesudas pruebas, había introducido un tartar de lenguado a su carta. Así que bien provistos de bebidas –finísima cortesía de nuestra amiga, la sumiller Caterina Capurro– fuimos en busca del pisco o vino que mejor le fuese… porque, ya lo sabemos, comer es un placer que se potencia si va acompañado de buena bebida (y compañía).

Yaquir Sato nos dijo que, después de varios meses de sesudas pruebas, había introducido un tartar de lenguado a su carta. Así que bien provistos de bebidas –finísima cortesía de nuestra amiga, la sumiller Caterina Capurro– fuimos en busca del pisco o vino que mejor le fuese… porque, ya lo sabemos, comer es un placer que se potencia si va acompañado de buena bebida (y compañía).

No hay nada mejor que la comida casera, aquellos sabores que de niños –y de la buena mano de nuestras madres o abuelas– nos deslumbraron y nos hicieron descubrir la felicidad que brinda un plato bien guisado y mejor servido.

Yaquir Sato es un cocinerazo. Por eso, Costanera 700, el restaurante que heredó de su padre, don Humberto, una leyenda de nuestra gastronomía (y que administra junto con sus hermanos), sigue siendo uno de los mejores de la ciudad.