Respirar es un acto involuntario que nos mantiene vivos. Sin embargo, prestarle atención y aplicar ciertos ajustes puede mejorar notablemente nuestra salud.
Respirar es un acto involuntario que nos mantiene vivos. Sin embargo, prestarle atención y aplicar ciertos ajustes puede mejorar notablemente nuestra salud. Algo tan sencillo como respirar lenta y profundamente, utilizando el diafragma y el abdomen, regula el ritmo cardiaco y la presión (la respiración rápida y superficial, desde el tórax hacia arriba, produce el efecto contrario). Un ejercicio así podría resultar de gran ayuda para las personas hipertensas.