¿Te preguntaste alguna vez si estarías vivo para ver autos que se conducen solos? Google lo está haciendo cada vez más real.
Las actuales versiones de prueba tendrán volantes extraíbles, pedales de aceleración y frenos. Según anunció el jefe de proyecto Chris Urmson, en el futuro quieren renunciar incluso a los elementos clásico de la conducción y dejar el control por completo a la computadora.
“Hemos llevado los vehículos a través de rigurosas pruebas en nuestras instalaciones, y tenemos la garantía de que nuestro software y los sensores funcionan como deben”, escribió la empresa en su blog.
La máxima velocidad del nuevo prototipo es de 40 kilómetros por hora, explica Urmson, por lo que no tienen que incluir airbags, haciendo más sencilla su fabricación.
En total, los coches robot, que harán su debut en la vía pública de este verano, han recorrido 2,7 millones de kilómetros, 1,6 millones de ellos de manera autónoma.
De acuerdo al portal de noticias TheVerge, desde que el proyecto salió a las calles han habido 11 accidentes en total, todos de menor importancia, de los cuales Google asegura que nunca fue culpa de su auto.
Siete chocaron a la parte posterior del vehículo, dos por el lado, y uno que implicó a otro auto que se pasó la luz roja.
¿SON REALMENTE SEGUROS?
Siendo así, Google concluyó que sus sensores y algoritmos son más atentos y menos propensos a cometer errores que un conductor humano. Y que el comportamiento del conductor, siempre propenso a equivocarse, alimenta al vehículo con mejores algoritmos, por lo que sus vehículos autónomos mejoran cada día.
El portal TheVerge señaló que Google intenta eliminar tantos peligros como sea posible, mostrándose demasiado seguro ante su invento, poniendo el riesgo la seguridad de la personas.
Sin embargo, agrega el portal, esta y otras compañías que han estado trabajando con esta tecnología han demostrado que sí se puede prevenir que estos autos golpeen gente, otros autos, ciclistas, y que, en general, no estén haciendo estupideces en la ruta.
Lo que no se puede controlar es todo lo que rodea al vehículo.
Un mal ejemplo de lo que un conductor humano (en lila) puede hacer cerca de un auto de Google: Cortarle el camino para hacer un giro a la derecha.
Curiosamente, la empresa señala que la mayoría de sus accidentes han tenido lugar en entornos urbanos, no rurales. Y este es justamente el problema que deberán resolver en los años que vienen: que no se sufran accidentes cuando el vehículo autónomo se interne en las junglas urbanas.
Por otro lado, en caso de salir adelante el proyecto, Google deberá encontrar un encaje en el actual código de circulación, que en ningún caso contempla la posibilidad de que circulen vehículos que se manejen sin un conductor.
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