El mercado actualmente ofrece variadas alternativas como las clásicas, que funcionan con leña o gas; y las ecoamigables, que requieren etanol.
Las chimeneas a gas funcionan con un hidrocarburo derivado del petróleo y tienen un mecanismo para retirar las emisiones tóxicas.
Las ecológicas no requieren un ducto, son prácticas y se instalan fácilmente. Existen modelos fijos y portátiles, además de no emitir humo y ser decorativas.
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