● Utilice tonos neutros como beige, arena, amarillo o verde; o pasteles como lavanda, palo rosa o verde menta.
● Opte por enchapes de madera o ladrillos expuestos. Estos, pintados de una tonalidad clara, brindarán luz.
● Si busca un material que no requiera mantenimiento, elija cerámicos y porcelanatos con relieve. Algunos imitan la textura de la piedra y la madera.
● Los pequeños accesorios colgados en las paredes también generan un efecto cálido. Algunos de estos pueden ser relojes antiguos, platos de porcelana, cuadros con temática floral o animal, al igual que fotos familiares.
● Resalte la textura de la pared instalando focos al ras del suelo y deje que la luz amarilla bañe la superficie.
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