Decidir comprar un auto es ahora más fácil. Sin embargo, ante la cantidad de opciones que existen en el mercado, es probable que termine un tanto mareado. Para evitarlo, hay que tener en claro cuáles son las necesidades que tiene el joven y, de acuerdo con ello, ver las opciones que existen en diseño, equipamiento interno o capacidades mecánicas del carro.
¿Y SI ELIGEN LOS PADRES?
Cuando un joven tiene las posibilidades, puede escoger un auto a su medida. Sin embargo, cuando esto no sucede, entran los padres a escoger un vehículo que se ajuste a ciertas características, que podrían variar un tanto respecto a nuestros los gustos del muchacho. Lo que destacará, usualmente, es la seguridad. Los padres comprarán un auto que tenga todos los elementos para que sus hijos puedan manejar seguros, como frenos ABS, airbags frontales y laterales, además de escoger una marca con trayectoria en el mercado.
EL PRESUPUESTO
Una vez decidido cuál es el auto que queremos, hay que tener en claro cuál es nuestro presupuesto, aspecto que en el camino nos puede obligar a desistir de la compra por no haber realizado un buen cálculo. Tratándose de jóvenes, lo que se suele hacer es pedir un préstamo o financiamiento para realizar la compra.
Primero, el cliente debe de conocer la cuota mensual que tendrá que pagar por su crédito desde un inicio; segundo, considerar el costo mensual del seguro vehicular, que es un requisito indispensable para otorgar el crédito; y tercero, calcular cuál será el costo mensual del combustible y mantenimiento. Por otro lado, en el mercado existen algunas marcas que tienen programas especiales de financiamiento, como Toyota, con la financiera MAF, o Nissan con Maquisistema.
LA SEGUNDA OPCIÓN
Al no alcanzar el presupuesto para adquirir un auto nuevo, también se puede optar por buscar vehículos de segunda mano. En esa búsqueda podrán encontrar autos de todo precio y que pueden aparentar estar en perfecto estado. Sin embargo, esto puede perjudicarnos en un futuro no muy lejano.
Para evitar esto, el auto debe ser revisado al milímetro antes de la compra, y así descartar problemas en el motor, la dirección, los frenos y la suspensión, entre otros. Alguna de estas fallas podría ser sumamente perjudicial para los jóvenes, cuyo costo de mantenimiento será un tanto elevado al principio.
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