1. La leche materna es un alimento insustituible para cualquier ser humano, pues cuenta con nutrientes y anticuerpos fundamentales. “Según la Organización Mundial de la Salud, la lactancia materna debe ser exclusiva durante los seis primeros meses de vida”, señala Carmen Calle, pediatra de la clínica Javier Prado. “De hecho, el niño debe ser amamantado desde sus primeras horas de nacido. El calostro, que es la leche de los primeros días, tiene un alto contenido de nutrientes”.
2. El consumo de leche materna protege al niño de diversas enfermedades. “Los niños menores de dos años que no son amamantados tienen 2.5 veces más chances de morir que aquellos que sí reciben leche materna”, asegura Calle.
3. El monitoreo médico es indispensable para determinar si el niño está alimentándose apropiadamente. Asimismo, las madres deben contar con asesoría profesional durante todo el proceso de lactancia, a fin de resolver dudas y poder tomar las decisiones correctas. Cabe señalar que, según la OMS, la lactancia puede prolongarse hasta los dos años de edad del niño.
4. El estado emocional puede influir en la producción de leche. En tal sentido, Calle recomienda que la madre tenga un ambiente tranquilo para dar de lactar. “El mayor estímulo para la producción de leche es la succión del bebé”, anota.
5. Según la Ley 29896, aprobada en junio de este año, todas las instituciones públicas y privadas que tengan veinte o más trabajadoras en edad fértil deberían contar con un lactario, es decir, un área especialmente acondicionada para que puedan dar de lactar a sus hijos.
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