¿Te imaginas ganarte la vida jugando videojuegos?

Los siete días de la semana, de nueve a cinco, Robert Schill se entretiene con videojuegos sentado en un cómodo sofá marrón en el centro de Florida, Estados Unidos. Cientos de personas, a veces miles, observan como juega. Su canal en la web recibió más de 35 millones de visitas en un año. Y Schill cobra por esto.

Schill no está solo en esta empresa. Cuando este joven de 26 años termina su turno, Adam Young, de 29 años y con quien comparte el departamento, se sienta en el sofá y sigue jugando hasta la una de la mañana. A esa hora, Brett Borden, otro compañero de vivienda de 26 años, inicia un nuevo turno de ocho horas.

Ellos son las estrellas de StreamerHouse. Transmiten vía Twitch.tv, una red online que atrae decenas de millones de visitantes, la mayoría de los cuales ven a otra gente jugando videojuegos. Pero sus transmisiones las 24 horas del día, los siete días de la semana son únicas.

Los jóvenes solo transmiten el juego y al jugador. En ocasiones especiales disparan todas las cámaras de la casa. También muestran videos editados de sus andanzas en YouTube. Algunos videos los muestran cocinando, caminando por el barrio y la vez en que un aficionado les envió pizzas y otros comestibles por valor de US$2,100. (Este último video fue visto 70,000 veces).

¿CÓMO GANAN DINERO?
Twitch tiene más de 8,500 streamers en su programa de afiliados, lo que quiere decir que los jugadores cobran. Ellos ganan dinero al recibir un porcentaje de la publicidad de Twitch, por suscripciones, la venta de videojuegos y donaciones de simpatizantes. En octubre un admirador del Medio Oriente le regaló a StreamerHouse US$6,000.

Los mejores streamers pueden ganar por encima de los US$100,000 anuales, pero la mayoría perciben unos pocos dólares al mes. Los muchachos de StreamerHouse no quieren hablar del tema, pero dicen que sacan lo suficiente como para pagar todos los gastos de la casa y no deber nada tras haber invertido decenas de miles de dólares en equipo electrónico. También compraron un Jeep Liberty e hicieron que sus seguidores decidiesen que placa tendría. (Dice “vírgenes”).