Aldo Mariátegui,Ensayos impopulares Lo mejor que le podría pasar al ministro Urresti es que su caso de supuesto homicidio como el ‘capitán Arturo’ tenga el mismo destino que tuvo Ollanta y la acusación de ser también otro supuesto violador de derechos humanos apodado ‘capitán Carlos’, proceso que terminó siendo archivado por el juez San Martín en diciembre de 2009 por “no haber mérito a iniciar juicio oral”. Y la izquierda, Wiener, Tapia, Lévano o las ONGs zurdas, como el IDL de Ernie y Glatzer, ni protestaron por eso, como ahora sí contra Urresti. Parece que ninguno de los anteriores le dio ningún crédito al cable 51973 de la embajada yanqui, que salió en los célebres Wikileaks y que fue publicado por El Comercio el 26 de mayo de 2011, donde el entonces embajador gringo Struble cuenta que un oficial del US Army le refirió que: “Él (Humala) habló en varias ocasiones sobre su experiencia como capitán en las montañas, y de haber cometido algunos actos de los que no se sentía orgulloso […]. Habló de haber matado rebeldes y de las técnicas de tortura empleadas (electric shock, golpizas y violaciones)”. Claro, los wikileaks eran artículo de fe para la izquierda siempre que no se metiesen con su candidato. Y Fujimori malo, pero Ollanta bueno para el juez San Martín. Y al fallecido JDC, el reciente referente moral del novelista Jeremías Gamboa, no le incomodaron estas acusaciones de Madre Mía para ser congresista humalista, como tampoco a su otrora crítica Villarán. No añado más, que las náuseas van a arruinar mi domingo. Leeré a Gamboa como placebo, escritor que debería husmear la Bolsa de Valores para encontrar la moralidad zurda que tanto proclama.