03.JUL Miércoles, 2024
Lima
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Julio Álvarez

Alianza Lima podría jugar sus próximos partidos de local sin público, debido a que el estadio Alejandro Villanueva sería sancionado por la agresión que sufrió el juez de línea Jhonny Bossio por parte de la hinchada blanquiazul durante el partido ante la San Martín.

¿Se imagina ver los partidos de Universitario y Alianza Lima por señal abierta, sin necesidad de abonarse a un operador de cable? Dicha posibilidad sería la siguiente medida que aplicaría el Gobierno, tras su intervención en el fútbol con el decreto de urgencia que ordena la reestructuración de los clubes, así lo hizo saber el socio de la ‘U’, Julio Álvarez.

Si usted cubriera con su mano los nombres de esta planilla y dejara solo las cifras, ¿de qué equipo creería que son? Boca Juniors, River Plate, Corinthians. No, está lejos de la verdad. Son de un club con más de S/.140 millones de deuda a la Sunat, con líos dirigenciales que no acaban y con un panorama más que negro. Un club que en 2011 quiso dárselas de millonario bajo la gestión de Julio Pacheco. Un club llamado Universitario. Julio Pacheco ha demostrado, una vez más, que no quiere a la ‘U’. Porque, el año pasado, según documentos oficiales alcanzados por la facción dirigencial que encabezan Edmundo Guinea, Julio Álvarez y Carlos Bazán, la planilla le costaba al club crema US$5 millones. Las cifras eran un despropósito para una institución que todos sabían que estaba quebrada.

Si usted cubriera con su mano los nombres de esta planilla y dejara solo las cifras, ¿de qué equipo creería que son? Boca Juniors, River Plate, Corinthians. No, está lejos de la verdad. Son de un club con más de S/.140 millones de deuda a la Sunat, con líos dirigenciales que no acaban y con un panorama más que negro. Un club que en 2011 quiso dárselas de millonario bajo la gestión de Julio Pacheco. Un club llamado Universitario. Julio Pacheco ha demostrado, una vez más, que no quiere a la ‘U’. Porque, el año pasado, según documentos oficiales alcanzados por la facción dirigencial que encabezan Edmundo Guinea, Julio Álvarez y Carlos Bazán, la planilla le costaba al club crema US$5 millones. Las cifras eran un despropósito para una institución que todos sabían que estaba quebrada.

11/02/12 |

Crema volteada

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Y un día se acabó la paciencia. Los jugadores de la ‘U’ se hartaron de tantas mentiras: que hoy pagan, que mañana sí, que pasado de todas maneras. Ya no creen en nadie y decidieron romper la promesa de aguantar y seguir hasta el final.

Hasta que se hizo la luz. Los jugadores de Universitario por fin podrán pasar hoy a cobrar. Así lo aseguró el tesorero crema, Julio Álvarez, quien explicó que la demora se debió a que faltaba una firma para autorizar los pagos.

Piden plazo. Universitario solicitó formalmente a la ADFP que postergue el inicio del Torneo Descentralizado, previsto para el 19 de febrero y que, según el titular de la asociación Luis De Souza Ferreira, empezaría “sí o sí”.

Los problemas económicos llegarían a su fin en Ate. Esto porque los cremas recibirían un millonario aporte por parte del Grupo Acres, institución que sería el nuevo administrador del fideicomiso, según anunció el entorno del vicepresidente Edmundo Guinea.

La facción de Universitario que asumió las riendas del club conversó con 16 jugadores a fin de evitar que se vayan. “Ya se les dijo cómo son las cosas, estamos a la expectativa, ellos desean seguir en la ‘U’”, dijo Carlos Bazán, encargado de la gerencia deportiva.

Julio Álvarez, tesorero de la junta directiva de Edmundo Guinea, indicó que ‘Chemo’ del Solar no ha querido tener una reunión con los nuevos dirigentes y que, por ello, han dado por sentado que el contrato del DT termina el 31 de diciembre.

Integrantes del directorio de Universitario, encabezados por el vicepresidente Edmundo Guinea, junto con los directivos Aníbal Saco, Julio Álvarez y la Junta Transitoria tomaron posesión de manera simultánea de los estadios ‘Lolo’ Fernández y Monumental, gracias a una orden de la gobernación de Ate, con lo cual trataron de derrocar al presidente Julio Pacheco argumentando “incapacidad moral”.