No basta con ir a clase y sentarse a escuchar al profesor. El objetivo de la educación presencial es obtener conocimientos, sí, pero también brinda una gran oportunidad: el alumno puede –y debe– participar.
No basta con ir a clase y sentarse a escuchar al profesor. El objetivo de la educación presencial es obtener conocimientos, sí, pero también brinda una gran oportunidad: el alumno puede –y debe– participar. El aula es un espacio para aclarar dudas y aportar experiencias, no solo para tomar apuntes. En tal sentido, Mark Edmundson, profesor de la Universidad de Virginia, considera que el intercambio es fundamental para enriquecer el aprendizaje mutuo. “Una clase verdaderamente memorable, aunque sea numerosa, resulta de la colaboración entre el profesor y el estudiante. Es un evento único. El mejor aprendizaje consiste en el trabajo colectivo, algo que sabemos desde Sócrates”, escribió en un artículo de The New York Times. Para tener en cuenta.