La búsqueda de información para ser un mejor amante puede conducirnos a lugares insospechados. Diversas publicaciones ofrecen tips sexuales que prometen “hacer explotar de placer a la pareja”, “volverla loca” o “llevarla al éxtasis supremo”. Sin embargo, leer estos consejos es una cosa y ponerlos en práctica es otra. Veamos algunos de estos consejos que, probablemente, no sean garantía de orgasmos.
La literatura erótica para mujeres es un boom. Miles de damas en todo el mundo han sucumbido a la tentación de leer diversas obras de alta tensión sexual. La culpa de todo, probablemente, la tiene Cincuenta Sombras de Grey, la saga escrita por la británica E. L. James. Lo cierto es que hay más libros de este corte que apuntan al público femenino. Los personajes de las obras son, por lo general, mujeres que viven una aventura de descubrimiento y liberación sexual. En el caso de Cincuenta Sombras de Grey, los protagonistas –un millonario y una joven universitaria– viven una relación en la que ambos prueban diversos dispositivos y técnicas sexuales. El uso de estos recursos ha inspirado a las lectoras y, además, ha abierto un nicho comercial. Por ejemplo, existen libros que hablan únicamente sobre los objetos empleados en las relaciones sexuales. También hay empresas que venden kits que incluyen látigos, máscaras, vibradores, esposas, bolas metálicas que se insertan en la vagina, paletas para dar nalgadas y otros osados artefactos. Interesante, ¿verdad?
La búsqueda de información para ser un mejor amante puede conducirnos a lugares insospechados. Diversas publicaciones ofrecen tips sexuales que prometen “hacer explotar de placer a la pareja”, “volverla loca” o “llevarla al éxtasis supremo”. Sin embargo, leer estos consejos es una cosa y ponerlos en práctica es otra. Veamos algunos de estos consejos que, probablemente, no sean garantía de orgasmos.