Disputas de mafias de construcción civil dejan 12 muertos en playas del sur

La violencia en los balnearios del sur de Lima ha dejado 12 víctimas mortales de enero a mayo de este año. La mayoría de las víctimas fueron integrantes de sindicatos de construcción civil, que extorsionan no solo a las empresas inmobiliarias, sino también a propietarios de terrenos. La Policía informó que el móvil de estos enfrentamientos es el cobro de cupos.

“Las calles son prácticamente lotizadas por los delincuentes. De esta manera, un integrante de un gremio no puede ni siquiera pasar por el sector que no le pertenece porque le puede costar la vida”, informó un agente de la zona tras asegurar que las autoridades no pueden hacer nada debido a que los afectados no denuncian lo que sucede.

Al respecto, el jefe de la División de Protección de Obras Civiles (Divproc), coronel PNP José Luis Saavedra, refirió que “solo cuando las personas víctimas de extorsión se arriesguen a denunciar se podrá hacer un trabajo más completo y capturar a los delincuentes”.

Sobre los alarmantes sucesos en Asia, Saavedra aseveró que “nosotros trabajamos con la flagrancia. Nos avisan que determinados sindicatos se están enfrentando y hacemos una redada para detenerlos. En varias oportunidades hemos intervenido a delincuentes que van a casas particulares a amenazar”.

El representante de la Divproc alertó que por estas fechas los extorsionadores buscan implantar el terror principalmente en el sur de Lima por lo que se intensifican las operaciones. Sin embargo, lo cierto es que esta unidad tampoco cuenta con el personal suficiente.

¿QUIÉN LOS FRENA?
El general en retiro de la PNP Víctor Gandolfo, asesor de la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco), advirtió que algunas municipalidades entregan a los extorsionadores información sobre proyectos inmobiliarios que se ejecutan en sus jurisdicciones.

“El accionar de estos delincuentes se extiende también al sector comercio. Por ello, debemos hacer que las autoridades entiendan sobre la necesidad de combatir este grave problema que crece en la capital”, alertó Gandolfo. “La Policía está atada de manos porque no tiene la facultad de detención preventiva”, agregó.