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Ébola: La falsa alarma en el Perú y la historia del guineano Bah Mohamed

El africano fue internado el 13 de octubre en el hospital Carrión, pero luego se descartó que portara el virus. ¿Qué le sucedió realmente?

Bah Mohamed permanece internado en el Perú. (Perú21)
Bah Mohamed permanece internado en el Perú. (Perú21)

El guineano Bah Mohamed nunca olvidará su paso por el Perú. La principal razón se convirtió –de la noche a la mañana– en el primer caso sospechoso de ébola en el país. Fue retenido, aislado e internado en un ambiente especial del hospital Daniel Alcides Carrión del Callao la madrugada del 13 de octubre.

De acuerdo con diversas fuentes consultadas por Perú21, Mohamed –quien nació en Guinea Conakry, el país donde ‘explotó’ la temida enfermedad– zarpó el 5 de agosto del puerto Zhoushan, China, en una embarcación con 42 tripulantes.

Su primer destino fue Nagoya, en Japón. Durante el viaje, el hombre de 34 años comenzó a experimentar descompensación, por lo que fue separado de sus compañeros. Aquella fue la primera vez que se embarcaba en una travesía similar.


El 9 de octubre, su nave ancló en el puerto de Chimbote, en Áncash. Al llegar, todos los ocupantes del barco fueron sometidos a inspecciones por parte de un equipo de especialistas de la Sanidad Marítima de la Red de Salud Pacífico Norte. Ahí detectaron que Mohamed presentaba vómitos y mareos. Le diagnosticaron de síndrome emético posvértigo.

Debido a su estado de salud, la empresa para la que trabajaba decidió enviarlo de retorno a su país, por lo que compró pasajes para Ámsterdam, Holanda, donde debería tomar una conexión hacia África.

El 12 de octubre, en una camioneta de la compañía Hua Long Marine Service S.A.C., el africano fue conducido al aeropuerto internacional Jorge Chávez para tomar su vuelo. Otras versiones sostienen que llegó al terminal aéreo del Callao en bus interprovincial.


A la 1:00 a.m. del 13 de octubre, Mohamed se presentó en la zona de embarque, pero fue retenido debido a que presentaba molestias que fueron confundidas con los síntomas del ébola. De inmediato se activó el protocolo de seguridad y el guineano fue derivado a un ambiente aislado del hospital Carrión.

Por la tarde, la ministra de Salud, Midori de Habich, descartó que Bah Mohamed portara el temido virus, que ha causado más de 4,000 muertes en todo el mundo. El ébola –proyecta la Cruz Roja– podría ser controlado en los próximos seis meses si se toman las medidas adecuadas.


Pero el caso del guineano no quedó ahí. Sus malestares persistían, por lo que fue internado otra vez en el hospital Carrión pese a que había sido dado de alta por pedido expreso de los patrones de la embarcación en la que trabajaba. Después fue llevado al Instituto de Medicina Tropical del hospital Cayetano Heredia, donde aún permanece.

Luego supimos que el paciente había padecido tres veces malaria y que hasta habría sido víctima de trata de personas. Nada está claro en su caso. Su peculiar forma para hablar en francés –idioma que hablan sus dos compatriotas y compañeros de viaje– no ayuda a que se mejore la comunicación.

Por César Martínez


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