Shirley Avila
En el momento en que los captores de Luis Sergio Ramírez Santos (19) le exigieron S/20 mil a la familia del estudiante para dejarlo en libertad, este ya había sido asesinado, confirmaron agentes de la División de Investigación de Secuestros de la Dirincri.
Los delincuentes usaron el celular de la víctima para contactarse, a través de WhatsApp, con la médica Niny Santos Portugal, madre del joven, a las 6:40 de la tarde del viernes 10 de marzo, día en que se produjo su desaparición. Como prueba le enviaron –por medio de esa red social– una foto en la que lucía golpeado.
Mientras los padres hacían el depósito de S/1,500 en una cuenta bancaria para salvar a su hijo, a las 7:30 de la noche los plagiarios dejaron el cadáver en una bolsa de rafia frente a una casa de la cuadra 25 de la avenida Constelación, en San Juan de Lurigancho, indicó un oficial cercano al caso.
Sin embargo, la Policía presume que el secuestro y asesinato del joven podría tratarse de una venganza. Los detectives están a la espera del informe de la geolocalización del teléfono móvil del fallecido.
Del mismo modo, analizarán las imágenes captadas por las cámaras de seguridad del lugar donde fue abandonado el cuerpo. Los testigos señalaron que una pareja abandonó la bolsa en la que se encontraba el cadáver.
Luis Ramírez Santos, hijo del ex juez Luis Ramírez Catacora, fue visto con vida por última vez a las 6:40 de la mañana del mismo viernes, cuando salió de su casa, en Magdalena del Mar, con dirección al local de la Asociación Cultural Peruano Británico ubicado en Pueblo Libre.
EXTRAÑOS MENSAJES
Por otro lado, ayer se dio a conocer que la víctima habría enviado mensajes a unos amigos con los que compartía un grupo de WhatsApp. “Estoy en una camioneta en movimiento. Estoy secuestrado en Independencia y herido”, habría escrito, sin que, al parecer, nadie le hiciera caso.
Luego de estos textos –y otros con otro tipo de contenido cuya autenticidad aún no ha sido confirmada por la Policía Nacional–, el estudiante se habría tomado una fotografía, en la que se le veía algo demacrado y herido.
Lo extraño de todo esto es que esta comunicación se realizó pasadas las nueve de la noche del mismo viernes, hora en la que –al parecer y según las investigaciones policiales– Luis Ramírez Santos ya había sido asesinado y su cuerpo dejado en una calle de San Juan de Lurigancho.
Estas comunicaciones ya se encuentran en manos de las autoridades.
Por otro lado, ayer se llevó a cabo el velorio del joven en la iglesia San Antonio de Padua, en Jesús María. En esta oportunidad, ningún miembro de su familia quiso hablar a la prensa. Sus restos fueron sepultados por la tarde en el cementerio Parque del Recuerdo de Lurín.
SABÍA QUE…
- Luis Ramírez Santos cursaba el tercer año de Música, que era su pasión, en una universidad particular.
- El joven no tenía problemas con ninguna persona. “Era una de las personas que no buscaban problemas con nadie”, escribió una de sus amigas en su Facebook.
- El caso está en manos de la División de Investigación de Homicidios de la Dirincri.
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