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LuchaLibro 2015: ‘La Careloca’, subcampeona del torneo y futura ingeniera ambiental

Una de sus mayores fobias es hablar por teléfono y, al recibir la noticia de su clasificación al campeonato vía telefónica, eso se intensificó.

Almendra Cáceres fue ‘La Careloca’ en Lucha Libro 2015. (Roberto Cáceres)
Almendra Cáceres fue ‘La Careloca’ en Lucha Libro 2015. (Roberto Cáceres)

Almendra Cáceres (20) trata de fusionar sus dos pasiones, la literatura y la ingeniería ambiental. Sigue tratando. Aunque en la universidad estudia lo segundo, fue de chica que encontró el gusto por escribir. Escribe cuentos, pero para contar la historia de alguien más. Son muy pocas las ocasiones en las que cuenta sus historias, le gusta ponerse en la situación de otra persona y tratar de comprender qué la lleva a hacer algo. Camina a pasos cortos, observando y siempre escribe a mano hasta tener una idea lograda. Es ahí cuando pasa todo a la computadora.

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Cáceres pasa más tiempo escribiendo sobre cuatro ruedas que en tierra firme. Vive en Lince, estudia en La Molina. En los trayectos de casi dos horas de ida y dos de vuelta, Cáceres observa. Escribe sobre lo que le cuesta hacer y es así como trata de entender por qué le cuesta. En segundo año de secundaria escribió un cuento sobre alguien que no podía hablar por teléfono, quedó como una loca. “¿Quién no puede hablar por teléfono? Es lo más fácil del mundo”, decían sus compañeros de clase. No es fácil, no es lo más fácil. Cáceres es muy retraída, le cuesta mucho hablar por teléfono con la gente porque le perturba no poder ver la reacción de la gente en el momento en el que habla. “Cuando hablo por teléfono, soy un desastre, me cuesta bastante hablar. Se me traban las palabras”, dice ‘La Careloca’. Le es más fácil hablar en persona que por teléfono.

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CONFIANZA ENMASCARADA
En LuchaLibro aprendió a confiar más en sí misma, a tener seguridad en lo que escribe, aunque eso también puede ser riesgoso, y ella lo sabe. Subir a un escenario era algo que Cáceres nunca había hecho. Escribir es algo que hace casi todos los días. Para ella, esa mezcla fue tan confusa que lo único que podía hacer que todo parezca normal era la máscara que le cubría el rostro. Era lo que más la acercaba a ese anonimato de estar sola en su cuarto escribiendo. El día de las finales, ‘La Careloca’ pensó que iba a perder contra ‘Funky’. Admiraba mucho su estilo desenfadado y visceral. Finalmente, ‘La Careloca’, o Almendra Cáceres, ganó.


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