En el Perú, la fuerza laboral que acompaña el trabajo de emprendedores y empresas de diversas áreas está compuesta por casi 16 millones de peruanos que a duras penas han concluido la educación básica (69,1%), mientras que solo 14.7% registra formación técnica o profesional. Esta situación nos pone por detrás de países de la región, en que el capital humano está mejor calificado y ello les permite un mejor nivel de competitividad.
En el Perú, los jóvenes privilegian la formación universitaria a la técnica. Así, la cobertura de la educación técnica se ha reducido entre el 2013 y 2014, pasando de 363 mil estudiantes a 361 mil en todo el país, mientras que el sector universitario ha crecido, pasando de aproximadamente 960 mil estudiantes a más de un millón. Siete de cada diez alumnos matriculados en la educación técnica acuden a institutos privados y solo tres de cada diez asisten a institutos públicos. Sin embargo, “exportamos” talento al extranjero: jóvenes cocineros y hoteleros que son reclutados por empresas de cruceros, personal técnico de salud que es recibido en Europa, diseñadores de moda que exportan prendas diseñadas con fibras locales.
En este escenario, el Ministerio de Trabajo realiza encuestas de demanda ocupacional local, por sectores de la economía, y concluye que la mayor parte de empleos se centra en los sectores servicios y comercio (¿cómo podría ser de otra forma si el grueso de nuestra PEA ocupada se encuentra en este sector?), pasando por construcción, manufactura e industrias extractivas. Sin embargo, se cumple la regla de “donde hay más oferta de productos/servicios se registra menor precio” y, por lo tanto, los mejores salarios los disputan el sector minería e hidrocarburos.
Los empresarios y promotores educativos, comprometidos con la educación de nivel superior, debemos ser capaces de enamorar a los jóvenes para que decidan enrumbar sus caminos hacia la formación técnica, y contribuir así con el desarrollo de distintas áreas de la economía nacional para convertir al Perú en un productor de servicios especializados y transformador de materia prima básica con valores agregados.
Sabiendo que Perú está enfocando fuerzas para llegar a formar parte de los países desarrollados de la OCDE, teniendo como norte la reformulación de políticas públicas obsoletas que le permita ofrecer una mejor calidad de educación, líderes empresariales, políticos y ciudadanos venimos “calentando motores” y nos reuniremos hoy en la séptima edición de CADE por la Educación a fin de establecer una agenda de prioridades que permita contribuir con la formulación de políticas públicas para desarrollar la formación profesional y técnica de nuestra población con miras al crecimiento y desarrollo del país.
MarÍa Isabel León
Presidenta de CADE por la Educación 2015
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